No es extraño que cuando llega el verano y empezamos a exponernos al sol, suframos quemaduras solares. Pero el que sea algo habitual no quiere decir que sea inofensivo, todo lo contrario, este hecho nos estaría alarmando de que no tomamos el sol de manera correcta. La causa de las quemaduras que han aparecido es que hemos estado expuestos al sol durante mucho tiempo sin protección solar.
También ocurre cuando, aun habiéndonos echado crema solar, nos hayamos dejado alguna zona sin untar, no hayamos vuelto a echar la crema cada 2 horas o, por último, porque estemos utilizando un Factor de Protección Solar más bajo de lo que nos correspondería.
Síntomas de una quemadura solar
Sabremos que nos hemos quemado con el sol cuando veamos que en alguna zona de nuestro cuerpo la piel presenta los siguientes signos:
- Enrojecimiento.
- Calor en la zona quemada.
- Dolor y escozor al tocar.
- Con el paso de los días pueden aparecer ampollas o pelarse la piel.
Los rayos responsables de estas quemaduras son los rayos ultravioleta UVB, que atacan a las capas más externas de la piel. Los rayos UVA penetran en zonas más profundas y no producen quemaduras, por lo que su peligro pasa desapercibido. Sin embargo, debemos tener presente que ambos tipos de rayos son altamente nocivos y pueden provocar el desarrollo de un melanoma.
Qué aplicarnos cuando nos quemamos con el sol
Si nos hemos quemado con los rayos solares, lo que podemos aplicar al volver a casa, después de la exposición, es crema aftersun. Ésta calma, hidrata, refresca y ayuda a regenerar la piel, sobre todo las que están enriquecidas con aloe vera. Para que esté más fresca, antes de echarla podemos meterla unos minutos en la nevera, y así su temperatura fría ayudará a calmar la quemadura.
Para el escozor de la piel, y también con el fin de refrescar y calmar el exceso de calor, los dermatólogos recomiendan aplicar agua templada o fría, pero ¡ojo! Sin que sea un contraste muy grande de temperatura, por ello es bueno aplicarlo poco a poco con la otra mano, por medio de compresas frías, o con un pulverizador.
Especialmente recomendado para cuando salgan ampollas, es echarnos vinagre, por su capacidad antiséptica. Si resulta muy fuerte, podemos diluirlo en un poco de agua, así refresca y cura a la vez.
Qué no hacer ni aplicar tras una quemadura
Debemos recordar que tras la quemadura la piel está muy sensible y dolorida, así que no debemos hacer nada que la pueda dañar más y, de paso, aumentar nuestro dolor y escozor. Para ello mantendremos las siguientes precauciones:
- No nos ducharemos con agua caliente. Mejor templada o fría.
- Para nada aplicaremos hielo en la zona quemada. El contraste de temperatura es demasiado grande, así que al echarnos agua tampoco debe estar excesivamente fría.
- No aplicaremos cremas ni otros productos que vengan perfumados, así que tampoco usaremos colonia o perfume en la zona afectada.
- No reventaremos las ampollas que salgan ni arrancaremos la piel cuando pela.
- No nos expondremos al sol hasta que las quemaduras estén curadas.
Remedios naturales para las quemaduras solares
Hay algunos ingredientes naturales que podemos tener en casa que resultarán beneficiosos si los aplicamos en la zona de la quemadura solar.
- Pepino. Podemos cortar unas rodas de pepino y colocarlas sobre la quemadura, o también pelarlo y licuarlo.
- Té helado. Los taninos que contiene el té son altamente beneficiosos para los efectos y molestias provocados por las quemaduras.
- Leche entera fresca. Podemos aplicarla con una gasa o compresa. Mejor si está fresca.
- Patata. Lavamos y licuamos la patata, y extendemos el puré resultante en la quemadura.
- Clara de huevo batida a punto de nieve y aceite. Se forma una suave crema que extrae el calor de la zona quemada.