Los ganglios axilares se tratan de un bulto que aparece en la zona de la axila. Y son muy peligrosos si no se cogen a tiempo por lo que es muy importante tener bien vigilada este área para que de esta forma podamos evitar que sea grave.
La adenopatía se trata de la inflamación de los ganglios linfáticos que pueden aparecer a lo largo del pecho, de los brazos, e incluso, en los senos. Junto a esta inflamación también pueden aparecer otros síntomas como fiebre o cansancio.
Causas de los ganglios axilares
Las causas más comunes por las que aparecen los ganglios axilares pueden ser múltiples y variadas, y por eso debemos de estar alerta porque solo conociendo sus causas y sus síntomas podremos detectarlo a tiempo.
La inflamación de los ganglios linfáticos puede deberse a enfermedades debido a trastornos inmunitario como el VIH o también la artritis reumatoide. Pero también puede deberse a causas infecciosas como por ejemplo piógenos o tuberculosis.
También otra enfermedad como el cáncer puede hacer que se inflamen los ganglios linfáticos. Por ejemplo esto se da cuando padecemos leucemia o la enfermedad de Hodgkin, aunque también es cierto que muchos otros tipos de cáncer pueden provocar esto. Aunque también por un simple resfriado o una gripe pueden aparecer
Tomar ciertos medicamentos puede hacer que aparezcan los ganglios axilares, como por ejemplo, medicamentos con fenitoína y también las vacunas que contienen antitifoidea. Hay que tener en cuenta que los ganglios linfáticos pueden inflamarse a un ritmo diferente, y es que si se trata de una lesión el hinchazón se hará de forma más rápida. En cambio si se hace de forma más lenta puede deberse a causa de enfermedades como el cáncer.
Cuidados
Cuando aparezca la inflamación deberás acudir al médico especialista para que él te realice un examen físico y sepa a ciencia cierta de don de procede el hinchazón con este descubrirás el origen y el médico podrá proporcionarte el tratamiento idóneo.
Las pruebas a las que te someterá será en primer lugar a un análisis de sangre , también se cogerá una pequeña muestra del ganglio linfático para poder conocer su origen y así poder actuar sobre el problema, es decir, que se te someterá a una biopsia. Las pruebas a las que te someterá siempre dependerá de donde estén situados los ganglios linfáticos.
En el caso de las mujeres es más que conveniente someterse a una mamografía para poder descartar que sea cáncer de mamá. También se te pueden realizar pruebas como un hemograma y un perfil bioquímico, además de una radiografía de tórax.
El especialista primeramente te preguntará en qué momento comenzó esta hinchazón y todo los detalles relacionados con los ganglios axilares, también si alguno de los ganglios que nos ha salido duele al apretarlo.
¿Qué actitud debo tener?
Ante todo debes mantener la calma y tener un pensamiento positivo. Esta actitud te ayudará a la hora de afrontar el resultado que te dé el especialista. Porque aunque en muchas ocasiones haya sido ocasionado por una enfermedad de transmisión sexual o cáncer, también en otras muchas ocasiones se trata de una simple lesión que ha ocasionado esto.
Los pensamientos positivos siempre atraen cosas positivas, por lo tanto antes de pensar en negativo recapacita y de esta manera te enfrentarás al problema con una actitud que sin duda es la correcta para afrontar cualquier tipo de enfermedad.