Junto con la celulitis y las patas de gallo las varices son un de los términos que más asustan a las mujeres. Tienen en común con las anteriores que son antiestéticas y tendemos a pensar que aparecen cuando llegamos a cierta edad, aunque no es del todo verdad.
Como ocurre con muchas de las preocupaciones estéticas que nos quitan el sueño alguna que otra noche existen muchos mitos en torno a las varices. La rumorología ha dado por buenas creencias sobre cómo se forman, qué favorece su aparición y qué no, e incluso ha llegado a inventar algún que otro síntoma.
Para trata de aportar algo de luz a qué son las varices y por qué unas mujeres las tienen y otras no en Bekia nos hemos propuesto escribir un artículo que resuelva todas las dudas que puedan existir. Y ahora mismo comenzamos a resolverlas.
¿Qué son las varices?
Las varices son el término coloquial que se usa para definir una insuficiencia venosa crónica. Se trata de un proceso irregular que se produce cuando se da una acumulación anormal de sangre en las paredes y válvulas de las venas superficiales, lo que hace que sean visibles.
Las venas se ensanchan y dilatan, habitualmente cuando se está de pie durante mucho tiempo o cuando se realiza algún tipo de actividad que pone presión extra sobre los vasos circulatorios. Al dilatarse la vena no puede hacer su cometido, que es devolver al corazón la sangre que ha bombeado.
Una dolencia común y femenina
A pesar de que la explicación de lo que son las varices pueda sonar un poco alarmista se trata de una dolencia más común de lo que uno se imagina. Hay estudios que indican que entre el 20 y el 30% de la población adulta tiene varices y el porcentaje se incrementa según van cumpliendo años. Al llegar a la vejez está estipulado que una de cada dos personas tienen insuficiencia venosa crónica.
Sin embargo presenta una curiosidad de género, dado que la amplia mayoría de personas que tienen varices son mujeres. También pueden tenerlas los hombres, pero es mucho menos frecuente. Concretamente solo una de cada seis personas que tiene varices es un hombre.
¿Dónde pueden aparecer?
Cuando pensamos en varices siempre se nos viene a la mente la imagen de una señora, de cierta edad, quejándose por el dolor que acumula en las piernas. Es la visión más habitual de las varices, pero no es la única.
Si como ya os dijimos las padecen no únicamente mujeres de edad avanzada, tampoco se tienen únicamente en las piernas. Cierto que las extremidades inferiores son el lugar más habitual para que aparezcan las varices, pero no el único.
Además de en las piernas la dilatación de las venas puede darse también en el esófago -las más peligrosas, porque pueden llegar a ser mortales, los testículos (afectan principalmente a la población joven y son bastante frecuentes) y la zona anal, las conocidas como hemorroides.
Causas de la aparición de varices
Hay diversos motivos que pueden explicar la aparición de las varices en las piernas, de ahí que sea una dolencia tan generalizada. La primera de ellas es la hereditaria, que se transmite de madres a hijas. Es extraño que si un progenitor tiene varices no sufra la enfermedad alguno de sus hijos, especialmente las mujeres.
Al margen de esta aspecto hay otra serie de procederes que favorecen la aparición de varices. Casi todos ellos están relacionados con un estilo de vida poco saludable, que hace que las venas se dilaten. Eso sí, aunque siempre os recomendamos que adoptéis hábitos saludables eso no os garantiza que no os vayan a aparecer varices.
No desarrollar ejercicio físico de manera habitual, tener sobrepeso o llevar una alimentación poco saludable son algunos de los motivos por los que una persona puede tener varices en las piernas. A eso habremos de sumar también el sedentarismo.
El embarazo también favorece la aparición de varices, aunque estas son temporales, ya que tienden a desaparecer una vez que la madre ha dado a luz y recuperado su estilo de vida. Eso se debe a que su aparición está relacionada con las hormonas del embarazo. Estar muchas horas de pie, utilizar ropa muy ajustada o tener tromboflebitis también favorece la aparición de varices.
Y por último, las varices en las piernas pueden deberse a un defecto congénito, en el que las válvulas son defectuosas y no hacen que la sangre circule hacia el corazón, con lo que la sangre se acumula y provoca un hinchazón visible.
Las varices esofágicas se dan en pacientes con hipertensión portal y resultan más peligrosas dado que pueden provocar un sangrado digestivo, lo que puede acarrear la muerte. Las hemorroides puedes venir causadas por un esfuerzo a la hora de defecar o también por estar embarazada.
Cómo descubrirlo
Una visita al médico puede ayudarnos a determinar si sufrimos varices, pero debemos acudir después de haber reconocido algún síntoma que nos haga pensarlo. Lo más habitual es que presentemos pesadez en las piernas, hayamos notado la aparición de dolor, edemas e hinchazones o percibamos calambres. En personas de edad avanzada pueden aparecer úlceras en las piernas y sangrados.
Apariencia de las varices
Más allá de reconocer algún síntoma las varices son fácilmente reconocibles a simple vista, con una pequeña observación. Las venas dilatadas hacen que la sangre se concentre y, tras la piel, se vean de un tono morado.
Pueden tener apenas uno o dos centímetros de largo o formar una especie de tela de araña de mayores dimensiones. Las varices pueden aparecer aisladas o encontrarse varias a lo largo de las piernas.