Llamamos vértigos a la sensación que tiene la persona de que él mismo o el mundo que le rodea está rotando sin que haya un movimiento real, es una ilusión. Viene acompañado de mareos, náuseas y sensación de desfallecimiento.
Todo el mundo siente vértigos alguna vez en su vida y la sensación no es agradable. Se produce porque el sistema vestibular del oído interno, que es el encargado de mantener el equilibrio, se altera, dando como consecuencia este malestar general.
Tipos de vértigos
Hay dos tipos de vértigos:
1) Vértigos periféricos: están relacionados con la postura que adopta la persona y desaparecen con el tiempo. Es frecuente que aparezcan los vómitos.
2) Vértigos centrales: tienen un origen neurológico y pueden esconder un peligro mayor del que se cree. Se inician lentamente y duran más en el tiempo, no suele haber vómitos.
Síntomas de los vértigos
Cuando pasamos por un episodio de este tipo la persona siente que todo a su alrededor está girando y que se va a caer o desmayar. Los pacientes dicen sentirse como si estuviesen en un barco o borrachos. No puede controlar su estabilidad. Además vienen acompañados de:
-Molestos zumbidos en el oído.
-Dificultad para poder enfocar adecuadamente con ambos ojos. A veces la persona ve doble.
-Parálisis facial, a la persona también le cuesta articular correctamente.
-Nistagmus, que es la rotación horizontal de los ojos que aparece de manera rotatoria. Es un intento de la visión para mantener un punto fijo al que enfocar mientras que el sistema propioceptivo del cuerpo intenta compensar ese movimiento, lo que desafortunadamente da lugar a un desequilibrio.
-Taquicardias.
-Hipotensión.
-Debilidad en brazos y piernas.
Causas de los vértigos
Son muchas las causas que dan lugar a los vértigos.
-Infecciones en el oído. Una infección en el oído puedehacer que el sistema vestibular se inflame y como consecuencia se producen vértigos y mareos que incluso pueden requerir administración intravenosa. El herpes zóster es una bacteria común que produce infecciones de oído con facilidad.
-Vértigo paroxístico agudo. Consiste en un trastorno donde hay pequeños microcristales en la endolinfa, el líquido interno que se encuentra dentro del sistema vestibular. Como consecuencia al realizar movimientos bruscos de la cabeza o al tumbarse se tienen acúfenos (zumbidos o pitidos molestos) y se tienes vértigos.
-Enfermedad de Ménière. Es un trastorno del oído interno donde hay un aumento de la endolinfa en el laberinto del sistema vestibular. Los síntomas son parecidos a la enfermedad anterior, se tienen acúfenos, vértigos, náuseas y con el tiempo se va perdiendo la audición.
-Traumatismos neurológicos. Tras un traumatismo craneal es frecuente que el oído interno pueda dañarse como consecuencia del golpe o por hemorragias internas que impactan contra esa zona.
-Trastornos neurológicos. Los trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o sufrir un tumor, más concretamente en el cerebelo, en el ángulo pontocerebeloso. Si tienes menos de 50 años y sufres vértigos constantemente sin tener antecedentes previos y sin problemas en el oído deberías hacerte una revisión para descartar este tipo de patologías y quedarte tranquilo.
-Como consecuencia de la tensión arterial. Tener hipotensión puede desencadenar mareos y vértigos periféricos. Es típico que aparezcan en personas con una tensión baja que al levantarse de repente se produce una bajada de la presión inmediata. También el tomar ciertos medicamentos contra la hipertensión los produce por ese mismo motivo.
Tratamiento del vértigo
Tras el exámen médico pertienente, el médico seguramente te prescribirá un tratamiento u otro dependiendo del origen de los vértigos.
1) Fármacos. Es uno de los tratamientos que el médico suele prescribir.
-Diacepam y similares son recetados para los episodios agudos. Son efectivos pero con el inconveniente de que producen sueño, por lo que no todos los pacientes pueden tomarlos si tienen después que trabajar.
-Ondansertrón. Es un fármaco que clásicamente se utiliza para la quimioterapia, se usa para evitar los vómitos que la acompañan. En casos de vértigos graves es muy socorrida.
-Betahistina. Fármaco especialmente recomendado para vértigos a largo plazo. Tiene buenos resultados, se tolera bien y tiene pocos efectos secundarios en comparación con otros como la sulprida.
2) Cambio en el estilo de vida. Es la primera recomendación que se hace para pacientes que tienen la enfermedad de Ménière. Se les piden que sigan una dieta pobre en sal, alcohol y sobre todo nicotina. Se les recomienda además beber mucha agua par mantenerse hidratado y reducir la pérdida de audición. Las personas con esta enfermedad deben evitar hacer movimientos bruscos de la cabeza u otras actividades que desencadenen crisis.
3) Rehabilitación vestibular. Son unos ejercicios que se recomiendan a las personas que tienen vértigo postural paroxístico. Se trata de provocar de forma repetida los cambios de postura para experimentar los vértigos, con el tiempo el paciente acaba por habituarse a ellos. Sin embargo, no todos toleran estos ejercicios.
4) Tratamiento a base de gentamicina intratimpánica. Se le inyecta al paciente un fuerte antibiótico que actúa directamente en las células encargadas del equilibrio. En la mayoría de los casos ha resulado muy efectivo.
5) Cirugía. Cuando las técnicas anteriores no han dado resultado se puede hacer una neurotomía vascular donde se elimina el nervio vinculado al sistema vascular o una laberintectomia que extirpa todo el sistema, con lo cuál, también se pierde la audición.
¿Se puede prevenir?
Dependiendo de la causa a veces se puede prevenir y otras veces no. Sin embargo, siempre podemos seguir unas recomendaciones básicas:
-Buena higiene. Evita acumular cera en los oídos y tener las orejas siempre limpias para reducir al mínimo el riesgo de infección por otitis. Para ello protégelas del frío y mantenlas siempre secas en verano.
-Cuida tu postura corporal. Es decir, evita todo tipo de movimientos y giros bruscos de la cabeza, sobre todo si eres hipotenso. Lo más fácil es no bajar la cabeza por debajo de los hombros ni estires el cuello hacia arriba, o si lo haces que sea muy despacio.
-Sigue un estilo de vida saludable. Toma poca sal, hidrátate tomando al menos dos litros de agua al día y evita sustancias estimulantes como la cafeína. El consumo de alcohol y otras drogas no debe permitirse. Por ejemplo, se ha visto que el tabaco reduce los efectos de la medicación para los vértigos.
-Haz revisiones médicas cada cierto tiempo. No solo auditivas sino también oculares, si tu visión es deficiente los vértigos pueden agravarse.