En casi todas las casas tenemos ese botiquín de emergencia lleno de medicinas y medicinas que dejaron de ser un tratamiento hace mucho tiempo, pero guardamos 'por si acaso...' o porque se nos olvida que están ahí. Empezamos a acumular sin ser conscientes de que esas medicinas tienen una fecha de caducidad y no deben ser utilizada la mayoría de ellas si no es por prescripción médica. Pero, ¿sabemos realmente qué debemos hacer con esos medicamentos pasados de fecha?
La opción más cómoda es dejarlo guardado en el cajón, aún sabiendo que todo envase de medicamentos tiene una frase que te advierte de no utilizarlo después de la fecha indicada. Esto no significa que si lo ingieres tengas una intoxicación inmediata, pero sí que a partir de ese momento, los medicamentos no garantizan al 100% la función para la que han sido recetados o creados en el caso de aquellos medicamentos o suplementos que no necesitan de receta. Con el paso del tiempo el fármaco tendrá cada vez menos resultados, hasta el punto de que en algunos casos sí que puede llegar a ser tóxico si se consume mucho después de la fecha señalada.
Para todo esto lo mejor es hacer limpieza de nuestro botiquín dos veces al año y retirar todos los medicamentos caducados que nos encontremos. Por supuesto seguir controlando las condiciones de almacenamiento de los fármacos que aún estén en fecha, en un lugar seco y fresco, sin fuentes de calor o corrientes cerca, y lo más lejos posible de electrodomésticos y televisores, puesto que pueden influir las ondas electromagnéticas.
¿Qué hacer con los medicamentos caducados ?
Después de realizar esta limpieza y sacar todos aquellos medicamentos con fecha de caducidad pasada, debemos decidir qué hacer con ellos.
Si revisamos la caja original de la medicina nos daremos cuenta de que nos indica qué se puede hacer con dicho medicamento y dicho envase una vez que nos tengamos que deshacer de él. Esas son las instrucciones que debemos hacer en el caso de duda y si todavia no tenemos claro qué hacer, la solución es acudir a nuestro farmaceútico para que salga de dudas.
Aunque la opción más fácil y cómoda sea tirar los medicamentos a la basura, es una opción que deberíamos descartar en la medida de lo posible. Los medicamentos son una fuente de contaminación para el medio ambiente por los compuestos de los que están formados, además de que pueden resultar un problema para aquellos animales que rebuscan en la basura en busca de alimentos. En estos casos los animales pueden confundirse creyendo que es comida o tomando una comida que ha podido ser infectada por los restos de ese medicamento.
La mejor opción para deshacernos de los medicamentos caducados es acudir a los sitios preparados para ello, la mayoría de ellos en las farmacias de todas las ciudades. Estos sitios se encargan de recogerlos y reciclarlos, mejorando así la situación del medio ambiente y de la propia salud de las personas. Los envases, cartones, blíster y plásticos se separan de los fármacos para un reciclaje común. Los medicamentos que no resultan altamente peligrosos son utilizados para generar energía eléctrica en instalaciones industriales. Por últimos los medicamentos más tóxicos son tratados específicamente para una correcta destrucción que afecte a seres vivos ni a la naturaleza. En España por ejemplo, la entidad creada para ello son los puntos SIGRE, cuyo logotipo aparece además en los propios envases de medicamentos y se encarga del correcto reciclaje de medicamentos caducados.
Pero no todo lo relacionado con la medicina se puede enviar a estos puntos de recogida y reciclaje. Así, las jeringuillas, termómetros, radiografía y demás material analítico no se puede mezclar con los medicamentos comunes ya que su tratamiento no es el mismo. Este tipo de materiales se deberán llevar a los puntos limpios ubicados en todas las ciudades para un correcto reciclaje.