Normalmente el agotamiento suele tener más que ver con el estilo de vida que lleves, pero hay ciertas características de la personalidad que pueden agravar tu experiencia del estrés y que hagan que seas una persona más susceptible al agotamiento.
Si bien gran parte de la personalidad es innata, es importante ser consciente de cómo tu composición y tendencias personales pueden contribuir a tu respuesta al estrés, así podrás realizar los cambios oportunos para estar mejor. Las siguientes características personales pueden afectar tu nivel de estrés y exponerte a un mayor riesgo de agotamiento.
Perfeccionismo
Esforzarte para sacar lo mejor de ti no debe ser algo negativo, puesto que puede llevarte a la excelencia. Sin embargo, el perfeccionismo puede causar un estrés excesivo y, a veces puede ser paralizante. ¿Cuál es la diferencia entre luchar por la excelencia y ser un perfeccionista? Los perfeccionistas se fustigan a sí mismos si no le salen las cosas perfectas, mientras que los trabajadores están contentos con un trabajo casi perfecto bien hecho (teniendo en cuenta que la perfección no existe).
Los perfeccionistas a veces ni siquiera intentarán realizar una tarea porque están demasiado aterrorizados por el "fracaso", que se puede definir como algo menos que perfecto. Si eres un perfeccionista, debes practicar perdonarte por ser humano y por equivocarte a veces... y felicitarte por ser bueno en algo, incluso si te equivocas.
Pesimismo
Los pesimistas tienden a ver el mundo de forma más amenazante que optimista. Se preocupan por las cosas cuando van mal pero esperan más cosas malas que buenas. Creen que ellos valen menos que los demás y creen que en la vida, las cosas buenas son las cosas raras.
Los pesimistas se causan estrés a sí mismos en situaciones cotidianas y esto les puede hacer sentir mucho agotamiento. Pero lo bueno es que la mente se puede reeducar por lo que el optimismo se puede aprender.
Desorganizadas en el trabajo
Quizá seas una persona que se centra mucho en las relaciones personales en el trabajo, que te gusta demasiado la estructura o la flexibilidad. Quizá no estés bien organizado en el trabajo o requiere habilidades que hagan que necesites algunos puntos fuertes. Si tu personalidad no encaja con tu trabajo, entonces es probable que te sientas estresado la mayor parte del tiempo y que tengas un mayor riesgo de agotamiento.
Si tu estilo de vida y tu trabajo no concuerdan, será buena idea que comprendas cuáles son tus características de la personalidad para saber cuáles son tus fortalezas, tus debilidades y comprender, qué tipo de trabajo se puede adaptar mejor a ti.
No creer en ti
Para aquellos que creen en lo que hacen, el estrés es un factor menos importante; Sin embargo, si no crees en el trabajo de tu vida, es más difícil aguantar las dificultades que conlleva. Ya sea que te hayas desilusionado con tu trabajo, que hayas empezado a trabajar sin sentir que ese trabajo es para ti... entonces puede que entres en conflicto contigo mismo. Debes creer en ti, en tus posibilidades y en tu capacidad de hacer las cosas bien. Si no lo haces y entras en conflicto contigo mismo, entonces te sentirás agotado física y emocionalmente todo el tiempo.
Si el trabajo entra en conflicto con tus valores, la disonancia cognitiva creada al hacer algo en lo que no crees día tras día puede tener consecuencias y aumentar el riesgo de agotamiento.
Es necesario que te evalúes y veas cómo te sientes tanto a nivel físico como a nivel emocional, porque ambos están estrechamente ligados y si quieres sentirte con más energía y que el agotamiento quede a un lado en tu vida, entonces, además de cuidar tu salud física con ejercicio, descanso y una buena alimentación... también tendrás que cuidar tu parte emocional.