Hay personas que se sienten tremendamente culpables si no entrenan todos los días, sean cuáles sean las circunstancias que se lo impiden. Pero no es lo mismo tener poca motivación que el que exista una realidad que te impide ejercitarte. Igualmente, es posible que te sientas culpable una vez que hayas decidido saltarte el entrenamiento diario... crees que las excusas simplemente no son aceptables.
En realidad, hay algunas circunstancias que sí que son totalmente aceptables para que te saltes el ejercicio de forma temporal. Una vez que esas circunstancias han pasado, solo tendrás que volver a hacer ejercicio con todas tus fuerzas. ¿Sabes cuáles son estas buenas razones?
1- Tienes una enfermedad
Si estás enfermo no es una excusa para no hacer deporte, es una necesidad no hacerlo. Si tienes:
-Fiebre
-Tos profunda
-Fatiga
-Deshidratación
-Cansancio
-Sigues un tratamiento con efectos secundarios
-Te sientes mal física o anímicamente
Si tienes cualquiera de estas circunstancias u otras enfermedades que te hacen sentir mal, entonces es mejor que evites hacer ejercicio. Tu salud física está por encima de todo, por lo que debes descansar y mejorarte antes de seguir con el entrenamiento.
2-Te duele el cuerpo
Si alguna vez has tenido agujetas, sabes lo dolorosas que pueden llegar a ser. Incluso moverte en la cama puede hacer que te duela hasta el alma... y no quieres ni pensar cómo sería hacer ejercicio con tales agujetas. Si tienes agujetas es mejor que permitas que tu cuerpo se regenere y te estés uno o días sin hacer ejercicio.
Este dolor suele pasarse al poco y no deberás sentir demasiado dolor. Si te duele demasiado aun habiendo descansado, tendrás que acudir a tu médico por si hubiera alguna causa subyacente que te estuviera haciendo sentir así.
3-Te lo ha dicho el médico
Cuando veas a tu médico, tendrás que informarse sobre algunas preguntas sobre tu situación actual. Pregúntale si puedes hacer ejercicio estando lesionado, por ejemplo de baja intensidad. Que te diga si debes evitar algún tipo de ejercicio en concreto o si hay alguno que pueda mejorar o empeorar tu salud.
Es necesario que sigas al pie de la letra los consejos que te dé el médico, ya que es un profesional que vela por tu salud y tu bienestar.
4- No duermes bien
Si no duermes bien entonces no vas a poder rendir bien haciendo ejercicio. Si tomas mucha cafeína para aumentar tu energía tampoco será una buena idea para tu salud. Está bien que tomes cafeína de vez en cuando, pero siempre porque sueles tener falta de sueño a largo plazo, entonces estamos hablando de que tienes un problema más serio que deberás solventar lo antes posible antes de concentrarte demasiado en tu entrenamiento.
Si no duermes bien de forma crónica, entonces tu organismo experimentará:
-Rendimiento deteriorado. La falta de sueño. puede tener un efecto desafortunado en tu rendimiento. Tus reflejos son lentos, como lo es tu tiempo de reacción.
-Tienes problemas de concentración. Incluso aunque sea un ejercicio automático como correr, necesitas tener un mínimo de atención para evitar lastimarte o hacerte daño. Si no duermes bien, será complicado que te prestes la atención que necesitas y entonces, serás más vulnerable a las lesiones o a hacer cosas en el deporte que no sean buenas opciones para tu salud.
-Te sientes con más cansancio y con más fatiga. Si no duermes lo suficiente no te sentirás bien. Estarás cansado, con apatía y sin apenas ganas de moverte. El ejercicio se hará demasiado pesado y no podrás acabar la sesión de ejercicio sin un gran sentimiento de pesadez o malestar. No rendirás lo mismo y eso también te frustrará.
A veces, es más importante dormir que hacer ejercicio. Recuerda que aunque hacer ejercicio es fuente de salud, también lo es que te cuides y que tu salud no se vea resentida solo por querer hacer más ejercicio de la cuenta.