Los refrescos parecen inofensivos cuando se ven en las estanterías de los supermercados y quizá nunca pensarías que podrían causar agresividad a tus hijos, ¿verdad? A partir de ahora puede que comiences a pensar diferente y que eso de comprar refrescos para tu despensa, simplemente se quede en un recuerdo...
Existe una relación entre el comportamiento agresivo y que los niños consuman habitualmente refrescos... Además, este tipo de bebidas son negativos para la salud ya que pueden afectar gravemente al desarrollo de los niños, haciendo que engorden y que no tengan la nutrición que necesitan para su buen desarrollo.
Refrescos y problemas de salud
Son muchas las personas que compran refrescos para sus hogares y desagraciadamente, son muchos los niños pequeños que también consumen este tipo de bebidas. Las bebidas azucaradas tienen un gran riesgo para la salud de los niños y de los adultos, y ya va siendo hora de comenzar a tener conciencia sobre esto. Los refrescos proporcionan calorías vacías y además, contribuyen al peligro tan extendido de la obesidad infantil.
Por si fuese poco, las bebidas azucaradas o refrescos no son buenas para los dientes de los niños porque pueden provocar caries. Además, la gran mayoría de estas bebidas pueden contener cafeína y ello puede provocar en los niños:
- Dolores de cabeza
- Problemas estomacales
- Temblores
- Problemas para dormir
- Problemas de comportamiento
- Trastornos del sistema nervioso
Problemas de comportamiento asociados a los refrescos
Los problemas de salud deberían ser más que suficientes para que los padres desistan en seguir comprando refrescos a sus hijos (o para ellos mismos), pero es que además, también se deben tener en cuenta que pueden provocar problemas de comportamiento.
Un estudio de 2013 publicado en The Journal of Pediatrics dejó claro que la agresión y los problemas de atención están directamente relacionados con el consumo de refrescos en los niños pequeños. Después de evaluar a 3.000 niños de 5 años en más de 20 ciudades de Estados Unidos, y de tener en cuenta diversas variables... se dieron cuenta de que el consumo de refrescos estaba vinculado al comportamiento agresivo infantil.
Los niños que tomaban más de 4 refrescos por día tenían más probabilidades de atacar a otros niños, a adultos e incluso, de no tener respeto por las pertenencias de los demás.
¿Por qué ocurre esto?
El vínculo de los refrescos con la agresión es evidente pero no está claro por qué ocurre exactamente. Es necesario tener en cuenta que estas bebidas son procesadas y algunos ingredientes como el ácido fosfórico están relacionados con estos problemas de comportamiento.
La cafeína también puede estar relacionado con el mal comportamiento así como el azúcar y los niveles de glucosa en la sangre.
Los peligros del consumo de refrescos
Los problemas emocionales y de comportamiento en adolescentes también puede estar relacionado con el consumo de refrescos. Está relacionado el consumo de refrescos con la agresión, la depresión y el comportamiento suicida en adolescentes. Cuantos más refrescos consumen más probabilidades tienen de ser agresivos o tener actitudes pesimistas.
Lo ideal en estos casos es eliminar los refrescos de la dieta de tu hijo para mejorar su comportamiento. Además de mejorar el comportamiento, eliminar los refrescos también tendrá beneficios para la salud. Del mismo modo las bebidas energéticas son igual de perjudiciales para los niños porque tienen mucho azúcar y grandes cantidades de cafeína.
Además de dejar los refrescos es posible que si tu hijo es agresivo, necesita también aprender nuevas habilidades como el control de impulsos o la resolución de conflictos sin agresividad. Las consecuencias negativas por el mal comportamiento como la retirada de privilegios o las consecuencias de disciplina consistentes son necesarios. Del mismo modo, los sistemas de recompensa, los elogios y valorar los buenos comportamientos también son eficaces para reducir el comportamiento agresivo que han aprendido al tener el hábito del consumo de refrescos. Si tienes problemas para controlar el comportamiento negativo de tu hijo, acude a tu médico para que pueda orientarte o aconsejarte a un profesional de salud mental.