Si estás a dieta pero te apetece tomarte un refresco es posible que te venga a la cabeza el tomarte un refresco que sea "light", pensando que no afectará demasiado la báscula. Pero, ¿y a tu salud? ¿Realmente un refresco "light" es buena opción para tu salud? Se conocen también como refrescos de dieta... y se comercializan comúnmente para personas con diabetes, personas que desean reducir el consumo de azúcar y personas que reducen sus calorías en un esfuerzo por perder peso.
Estos refrescos "Light" o de dieta contienen muchos de los mismos ingredientes que los refrescos regulares, con las principales diferencias entre los ingredientes utilizados para endulzar las bebidas y ciertos conservantes. Los refrescos "light" o de dieta típicamente contienen menos calorías que los refrescos regulares. Los fabricantes a menudo usan edulcorantes bajos en calorías o sin calorías para mantener el contenido de calorías en el extremo inferior.
A continuación vamos a hablarte sobre los ingredientes que tienen este tipo de bebidas, para que te des cuenta de si son o no apropiados para tu salud. Pero sobre todo, para que escoges a partir de ahora la mejor opción de bebida que puedas tener en tu dieta.
Edulcorantes artificiales
La sucralosa, el acesulfame K y el aspartame son tres edulcorantes artificiales que se encuentran comúnmente en los refrescos de dieta. La sucralosa es un edulcorante de cero calorías que es 600 veces más dulce que el azúcar y el aspartame es 200 veces más dulce que el azúcar.
El acesulfame K es aproximadamente 150 a 200 veces más dulce que el azúcar y se encuentra típicamente en combinación con aspartame u otros edulcorantes artificiales porque actúa para mejorar y mantener el sabor de los alimentos dulces.
Contenido de cafeína
Los refrescos "Light" o de dieta normalmente contienen cafeína en cantidades comparables a las de los refrescos regulares. Las cantidades que contienen normalmente de cafeína son iguales o muy similares a las versiones regulares. La cafeína se considera segura en cantidades moderadas de 100 a 200 miligramos por día, aunque la tolerancia varía de persona a persona.
Ácido fosfórico
Muchos refrescos, incluidos los refrescos de dieta, contienen ácido fosfórico, que es un ácido mineral compuesto de fósforo. El ácido fosfórico le da a los refrescos su acidez y su sabor agrio y fortalecido. De hecho, casi toda la acidez en los refrescos proviene del ácido fosfórico.
El ácido fosfórico es corrosivo y beber gaseosas regularmente ha estado relacionado con un mayor riesgo de erosión dental. Sin embargo, la concentración de ácido en la soda típica es más baja que la del zumo de naranja o la limonada.
Conservantes y colorantes artificiales
Las gaseosas dietéticas suelen contener el benzoato de potasio, que se utiliza principalmente para preservar la frescura de los alimentos dietéticos. Los fabricantes lo añaden a los refrescos de dieta para evitar que el moho crezca mientras el producto está en los estantes de las tiendas.
Al igual que los refrescos comunes, los refrescos de dieta a menudo contienen tintes artificiales, que añaden color a la bebida. Estos colorantes están evaluados para que sean seguros para el consumo humano, por lo que no deberían poner en riesgo la salud de las personas.
Como ves, los refrescos "Light" o de dieta no siempre son lo que parecen. Como cualquier otro refresco no es saludable y por supuesto, no te ayudará a perder peso. Si te da sed y quieres perder peso o tienes otras consideraciones como la diabetes, entonces, ¿quizá lo mejor sea un vaso de agua o agua con sabor gracias a la fruta que puedas echarle dentro? Si bien es cierto que beber un refresco de vez en cuando no te causará daños, en esto, como en todo... la moderación será la clave. Si te gustan puedes tomarlo de vez en cuando, pero que no se convierta en un hábito porque entonces podrías poner en riesgo tu salud.