Comer rápido te hará comer más cantidad de la que necesitas y empeorará tu salud. Cuando comes rápido y demasiada cantidad te sentirás pesado/a y a la larga, se te puede complicar hasta la salud. Tu estómago tarda 20 minutos en comunicarle a tu cerebro que ya has comido suficiente, porque es lo que tarda en empezar a trabajar desde que comienzas a comer.
Si comes más deprisa porque tienes hambre, comerás demasiada cantidad de comida. Es mejor comer más lento y así cuando lleguen los 20 minutos, casi por arte de magia, te habrás quedado saciado/a y no comerás de más. Pero, ¿cómo conseguir aplicar la regla de los 20 minutos y sobre todo cuando tienes tanta hambre?
La regla de los 20 minutos
Si tienes el hábito de comer mucho y lo haces rápidamente, no lo cambiarás de la noche a la mañana. Sin embargo, hay muchos consejos que puedes usar para mejorar el tiempo que usas para comer. Es necesario que empieces a tener un nuevo hábito: tardar por lo menos 20 minutos en comer cada comida principal del día. Esto significa: 20 minutos para el desayuno, otros 20 para la comida y otros 20 para la cena. Pero, ¿cómo conseguirlo? Sigue estos consejos.
1- Elige alimentos ricos en fibra que se tarda más tiempo en masticar
La verdura frescas con alto contenido de fibra te ayudará a que tardes más tiempo en comer, solo por la textura que tiene. Además, los nutrientes te llenarán más rápido. Empezarás a comer más lento y comerás menos cantidad (comiendo más saludable) gracias a estos alimentos.
2- Deja tus cubiertos entre bocado y bocado
Estamos acostumbrados a comer con el cuchillo y el tenedor en la mano, romper este hábito puede ser complicado, pero hacerlo, te ayudará a estar mucho mejor. Aunque parezca algo cansado no tiene por qué ser nada malo. Es un movimiento pequeño, entre bocado y bocado, deja tus cubiertos. Esto te ayudará a reducir la velocidad de la comida, incluso de la cantidad más pequeña. Así te podrás enfocar en controlar tu cuerpo para determinar si estás lleno o no.
3- Intenta establecer un número mínimo de masticaciones por bocado
Para poder digerir mejor es necesario que mastiques bien y que la comida se descomponga en trozos bien pequeños. Para conseguirlo, establece un número mínimo de masticaciones por bocado. Esto puede ser entre cinco y treinta y cinco, lo que sea más cómodo para ti pero que la comida esté bien masticada. Una vez que te acostumbres, no tendrás que contar nunca más, será algo fácil y automático para ti.
4- Encuentra a alguien que coma lento y ponte a su ritmo
Si sabes que comes rápido es posible que comas también con personas que comen rápido. La próxima vez que comas con esas personas fíjate en el tiempo que tardan en consumir su comida, si lo hacen demasiado rápido tendrás que centrarte en otras personas que coman más lento. No imites a las personas hasta el punto de que se sientan incómodos... solo tienes que buscar la autoconciencia para comer más lento.
5- Habla con las personas que comen contigo
Otra idea es hablar con las personas con las que estás comiendo, esto es tan fácil como ser más sociable. Cuando estés cenando con alguien, continúa la conversación. Te sorprenderás cuánta menos comida infieres para estar saciado.
Ganarás salud
Cuando te acostumbres a seguir la regla de los 20 minutos, entonces te darás cuenta que estarás ganando salud y que empezarás a sentirte mejor. Cuando se acerque tu próxima comida y después en cada comida de tu vida, intenta sentir la experiencia como un recuerdo bueno que quieres crear. Sé consciente de lo que comes y de tu necesidad de hacer ese momento agradable. Puede que te resulte más fácil para reducir la velocidad para comer.
No importa cómo tengas que entrenarte para frenar, estarás agradecido de que hayas tomado el tiempo para hacerlo. No vale la pena perder la salud por comer rápido.