Picor de ojos, lagrimeo, estornudos, picor nasal, cansancio, estos son los síntomas más comunes que nuestro cuerpo sufre cuando tenemos alergia. Solo los que la sufren saben la desagradable situación por la que hay que pasar cuando nos da un ataque de alergia fuerte.
La alergia al polen hoy en día es una de las más comunes y por otro lado una de las más molestas que existe. Cuando sufrimos un ataque de alergia lo primero que se resiente es la nariz. Un contante picor y un tapón que no nos deja respirar nos acompañan durante todo el día.
Combatir la alergia al polen, aunque muchos piensen lo contrario, hoy en día es posible gracias a diferentes remedios caseros que nos ayudan a liberarnos de los incómodos síntomas y a sentirnos mucho mejor.
Remedios caseros contra la alergia al polen
Para que nuestros días de frustración con pañuelo y aerosoles en mano para luchar contra la alergia al polen lleguen a su fin, trata de llevar a cabo los siguientes remedios caseros que te ayudarán a mejorar esta situación y en ocasiones a erradicarlas del todo.
Fortalecer nuestras defensas con la alimentación puede ser clave para que la alergia no le afecte tanto al organismo. Esto es porque cuando nuestro cuerpo tiene dosis elevadas de vitamina C responde mejor a los ataques del exterior. Para ello es esencial que tomes alimentos con vitamina C como por ejemplo naranjas, kiwis o mandarinas. Las frutas cítricas son las que más contenido de esta vitamina tienen por lo que aprovecha y prepárate deliciosos zumos.
Una vez han aparecido los síntomas de la alergia podemos tratar de que estos desaparezcan. Lo primero que notamos cuando nos ataca el polen es que nuestra nariz se tapona y no podemos respirar bien. Para ello podemos preparar unas sesiones de respiración de vapor con infusiones tales como la manzanilla o la melisa. Estas tienen unas propiedades que van a ayudar a que se limpien nuestras vías respiratorias.
Como si de un resfriado se tratara, también podemos recurrir al agua de mar para que nuestra nariz se descongestione. Esto ayudará a que nuestras fosas nasales se descongestionen, se limpien y se desinfecten, por lo que también nos va a ayudar a mejorar el malestar que esto genera.
Las infusiones de cebolla también son muy efectivas en este caso. Para ello pela una cebolla, córtala en trocitos pequeños, y métela en un vaso con agua durante 5 minutos mientras esta se asienta. Una vez pasado este tiempo cuela el líquido que queda y bébetelo. Esto es gracias a que la cebolla tiene un poder bactericida y antihistaminico natural que ayuda a eliminar a las bacterias que nos provocan la alergia.
Llevar gafas de sol cuando salgas a la calle puede ayudar a que tus ojos no estén en un contacto tan directo con el polen. Esto puede servir de gran ayuda para cuando sentimos que llega la primavera y las calles se llenan de ácaros de polen.
Por último, algo que parece una evidencia pero que muchas veces nos pasa factura es mantener toda la casa bien cerrada. Aprovecha los momentos del día en el que el polen no está tanto en el ambiente para ventilar la casa, pero el resto del día debes mantener todo bien cerrado. De esta manera evitaremos el contacto directo con el polen que proviene de la calle y por tanto mejoraremos mucho nuestra situación de alergia al polen.
Llevar a cabo estos remedios caseros, junto con la medicación que nuestro médico especialista nos recete, es la mejor manera de combatir la alergia al polen. Recuerda que más vale prevenir que curar por lo que en cuanto empieces a notar el mínimo síntoma de alergia, lo mejor es que tomes medidas para combatirla.