Los calambres nocturnos son contracciones musculares dolorosas que suelen aparecer cuando estamos durmiendo, despertándonos en medio de la noche. Es muy desagradable porque nos desvelan e impiden que descansemos adecuadamente. Los más usuales son los que aparecen en las pantorrillas o muslos, aunque también pueden ocurrir en las plantas de los pies, en el cuello, abdomen y a veces hasta en las manos.
La duración de los calambres nocturnos no suele ser muy larga, normalmente duran unos segundos aunque también puedes tener mala suerte y que te lleguen a durar incluso un par de minutos.
Los calambres nocturnos le pueden ocurrir a todo el mundo pero si es cierto que suelen aumentar con la edad y la mayoría de las personas que tienen más de 40 años. Las causas son diversas, las más comunes son debido a estar mucho tiempo de pie o por el contrario, sentado. A veces la mala nutrición o no hidratarse correctamente son también desencadenantes de este problema. Otras causas son:
-Alcoholismo crónico.
-Dormir en una mala postura.
-Diabetes.
-Acostumbrarte a sentarte en una posición incorrecta, que haga sufrir a las piernas.
-Niveles de potasio o sodio especialmente bajos.
-Ejercicio físico en exceso.
-Uso de un calzado inadecuado.
Remedios caseros para prevenir los calambres nocturnos
1- Aliméntate correctamente. No solo importa la cantidad de comida si no también la calidad de los alimentos que aportas. Tienes que incorporar la dieta potasio, para ello come frutas como el kiwi y el plátano que ayudarán a retardar o hacer desaparecer los calambres nocturnos gracias al aporte que nos da este mineral a tus músculos. Por otro lado evita las grasas de origen animal y productos de bollería industrial que son ricos en grasas hidrogenadas. la explicación es que el abuso de estos alimentos aumentan los niveles de trigliricéridos y coresterol, por tanto, el riego sanguíneo se verá entorpecido dando lugar a más probabilidades de que aparezcan calambres musculares.
2- Hidrátate justo lo necesario. Tienes que encontrar un equilibrio en la cantidad de líquido que bebes. Si no bebes agua suficiente pueden darte calambres por un exceso de electrolitos en el cuerpo, sin embargo, tampoco es bueno beber demasiado porque puede ocurrir lo contrario, que tengas calambres por un déficit de ellos. Antes de acostarte es recomendable que bebes una infusión relajante o un poco de leche, eso te ayudará a conciliar el sueño y te aportará el líquido necesario a u cuerpo. Por la noche el cuerpo pierde agua y eso puede desencadenar los calambres nocturnos. Por otro lado, si entrenas diariamente tienes que estar más pendiente todavía del aporte de líquidos con el fin de no deshidratarte, las bebidas isotónicas diluidas pueden ayudarte.
3- Si estás embaraza pregunta a tu médico por algún tipo de complemento alimenticio a base de calcio y magnesio. Es común que las embarazas tengan calambres nocturnos por el sobresfuerzo que hacen sus piernas a lo largo del día, ya que tienen que aguantar más peso del normal. Tampoco es bueno que acumules demasiado cansancio durante el día y que te vayas a acostar temprano.
4- Masajéate con aceites esenciales. Los aceites de pino, eucalipto, tomillo e incluso romero son desde siempre remedios caseros para aliviar los dolores musculares. Por eso, es recomendable aplicar varias veces al día uno de estos aceites a la vez que te masajeas la zona donde suelen aparecer.
Otra mezcla especial a base de varios aceites es el siguiente: mezcla 5 gotas de aceite de castaña con una cucharada de aceite de oliva. La unión de los dos aceites enriquecerá la zona y evitará que tengas los calambres nocturnos.
5- Elige zapatos cómodos durante el día y huye de los tacones. Es vital escoger un calzado que ofrezca un buen apoyo. De la misma manera es recomendable frotarlas tras quitarte los zapatos y antes de dormir estirarte encima de la cama.
6-Se constante a la hora de hacer ejercicio. El ejercicio regular es buenísimo, si te mantienes constante y no haces cambios bruscos en el ritmo estarás fortaleciendo tus músculos y será menos probables que tengas calambres nocturnos en el futuro. Si eres una persona mayor y no te ves con fuerza para practicar un deporte que requiera una intensidad moderada como el running intenta caminar a paso rápido al menos 45 minutos al día.
7-Benefíciate de las propiedades de la cebolla. Corta una cebolla grande en pedazos y licúala unos segundos, después cuela la piel. Una vez que tengas el líquido deberás mojar con un paño limpio en el líquido y frotar la zona en la que tienes los calambres nocturnos, tienes que hacerlo hasta que notes que empieza a subir la temperatura de la piel. La cebolla siempre ha sido uno de los remedios caseros por preferencia para los problemas de circulación y aparte de añadirla a la dieta también es recomendable que la piel absorba directamente las propiedades.
Zumos, batidos y otros remedios caseros para los calambres
Jugo de manzana y yogurt
Ingredientes
-Un vaso de yogurt natural light.
-6 almendras trituradas.
-Una manzana (quítale el corazón).
Preparación y uso
Solo tienes que licuar el yogurt con la manzana hasta que tengas una textura suave, ni muy espesa ni muy líquida, después incorpora la almendras. Puedes tomarlo una vez cada 3 días.
Juego a base de tomate
Zumo de tomate y limón
Ingredientes
-Tomates
-Limón
-Apio
Corta dos o tres tomates (dependiendo de su tamaño) y tritúralos en la batidora, después cuélalo a un vaso grande. Cuando ya esté, agrega un chorro grande de limón a la mezcla y revuelve. Por último y a modo de decoración puedes cortar una poco de apio y usarlo para revolver, le dará un poco de sabor pero no en exceso.
Batido energético de chía
Ingredientes
-Un puñado de semillas de chía
-Un plátano
-5-8 fresas (dependiendo del tamaño
-Una taza de yogur natural desnatado
Preparación
En el vaso de la batidora echa en primer lugar las semillas de chia, después el plátano y las fresas cortadas en trozos y por último el yogur natural. Las semillas deben ponerse en primer lugar para evitar que salgan volando y queden pegadas en la tapa de la batidora. ¡Y ya está! Este batido es muy energético y refrescante. Tomar uno es la merienda ideal y estarás previniendo los calambres nocturnos.