Las contracturas puede que estén muy a menudo en tu vida, de manera incómoda. Esto se debe a que el músculo se contrae de forma involuntaria, por lo que produce un dolor molesto debido a que no está relajado. Por esa razón, notarás la sensación de que está la zona del cuerpo dura y tensa.
Las principales causas para que aparezcan estos dolores musculares son el sobreesfuerzo y el estrés, algo que nos acompaña a muchos de nosotros en el día a día. Por esa razón, saber cómo aliviar y poner remedio a este dolor es muy importante. Desde Bekia te damos una serie de remedios naturales y caseros para que puedas poner fin a la contractura muscular .
Plantas medicinales
En primer lugar, te proponemos la valeriana, una planta que se utiliza desde hace muchos años para aliviar, sobre todo, la tensión en el cuello. Pero sus propiedades van más allá, pues también funciona como efecto sedante, ayudando a controlar la ansiedad y los trastornos del sueño. Hay varias formas de aplicar la valeriana. En primer lugar, puedes hacer una tradicional infusión o te y beberlo de manera normal. Pero también puedes optar por adquirir las pastillas naturales que se venden.
La manzanilla es conocida y recomendada por ser el tranquilizante por excelencia. Y es que, además de tratar y acabar con la contractura muscular, puede ayudarte en otras dolencias. Por ejemplo, en el dolor menstrual, de cabeza, con los nervios y estrés... se trata de un ingrediente que tiene grandes propiedades anti-inflamatorias, por lo que va a aliviar tus dolores y calambres. De nuevo, la forma más rápida y sencilla es elaborar una infusión y beberla o empapar paños y colocarlos sobre la zona afectada.
Te proponemos también la planta catnip, quizás menos conocida. Esta dentro de la familia de la menta y se usa también como sedante natural y relajante muscular. Por tanto, también te va a servir para reducir la hinchazón de las articulaciones y, de nuevo, para aliviar dolores de cabeza y tensiones.
Por último, la pimienta de cayena, muy usada en los hogares para recetas de cocina, se ha comprobado que es más que eficaz para aliviar y tratar de manera rápida los dolores producidos por calambres y la contractura muscular.
Baños relajantes
Otra forma natural y casera de aliviar una contractura muscular es tomando un baño relajante. En primer lugar, te proponemos un baño a base de romero, una especia que la usarás habitualmente en la cocina para que quizás no sepas sus beneficios para la salud. El romero es ideal para la relajación, por lo que al diluir un poco de esta especia o de su aceite en el agua y hacer la inmersión del cuerpo, notarás como se relajan los músculos y las articulaciones. Además, para aumentar el efecto, puedes hacerte masajes en la zona con un aceite esencial de romero.
Otro baño que puedes hacer es a base de sales de Epsom y aceites relajantes, que tendrán el mismo efecto de alivio y relación de las contracturas y una disminución de la inflamación y el dolor. El método para prepararlo es el mismo que con cualquier otro baño que quieras realizar. Llena la bañera, pero no del todo, con agua caliente. A continuación, añade una taza de las sales y cinco gotas de aceite esencial de mejorana, romero y lavanda. Remueve bien la bañera para que se mezcle todo y termina de llenarla con agua más templada, regulando la temperatura al gusto.
También puedes realizar estos baños con sal gorda y otro con vinagre. Los dos ingredientes tienen propiedades relajantes para toda la musculatura. Así que elige entre todas las opciones y sumérgete en la bañera durante 10 o 15 minutos. La contractura muscular será un hecho después de estos baños.
Aceite hipérico
Una de las novedades que te vamos a plantear es este aceite hipérico. Se trata de un remedio que se utiliza desde antaño, en la Edad Media, y que se va a convertir en un protagonista de tu botiquín debido a la gran cantidad de propiedades que tiene. Sirve como cicatrizante, como reparador, calmante y, por supuesto, como antiinflamatorio. Eso sí, hay un aspecto que debes tener en cuenta. Debido a que es fotosensibilizante, debe utilizarse por la noche, cuando nos vayamos a dormir, para que no haya problema al exponernos al sol durante el día de después.
Para disponer del aceito hipérico puedes optar por la posibilidad más fácil, comprarlo en farmacias o tiendas, o por la preparación casera. Si optas por esta segunda, debes saber que n ecesitas prepararlo con antelación al día que vayas echártelo. Para ello necesitas hacer una mezcla de 50 gramos de flores e introducirlas bien troceadas y pequeñas en un recipiente de 25 centilitros. Ahora solo tienes que terminar de rellenarlo con aceite de almendras. Déjalo reposar en un espacio sin luz durante 20 días, cuélalo para quitar los restos y después utilízalo cuando sea necesario.
Tratamiento con arcilla
Como te hemos comentado en el apartado de baños relajante, el romero es un claro relajante para el cuerpo. Por eso, encontrarás diversos remedios naturales relacionados con este ingrediente. Ahora te proponemos una combinación de arcilla y romero a modo de tratamiento antiinflamatorio para curar esos dolores y la contractura muscular.
La manera de prepararlo es muy sencilla. Solo necesitas una taza de agua, de unos 250 ml, una cucharada de romero y tres de arcilla verde. Lo primero de todo es poner a hervir el agua. Una vez que rompa a conocer, introduce el romero y déjalo unos 10 minutos ene l fuego. Cuando ya esté lista la infusión, tienes que mezclarla con la arcilla, de manera que se vaya formando una pasta cremosa.
Por último, debes colocarte la mezcla creada sobre las zonas que más te duelan, es decir, donde quieres poner remedio a tus dolores musculares. Con unos 20 minutos que se deje actuar sería suficiente. Para finalizar, acláralo con agua y úsalo una vez al día hasta que desaparezca el dolor.
Ejercicios físicos
Sin duda, uno de los mejores remedios es prevenir el dolor. Y para ello, el ejercicio físico cobra una especial relevancia. No es necesario que lleves a cabo un gran entrenamiento diario, pero con una pequeña dosis cada día será suficiente para evitar ciertos dolores musculares y tener tu cuerpo a tono.
Y es que, la actividad física y los estiramientos ayudan a nuestro cuerpo, pues son un claro estimulante de la circulación, y, además, contribuyen a la eliminación de las toxinas que se van quedando acumuladas. Para ello te recomendamos algunas prácticas, como el yoga, pilates, andar diariamente o la natación.