Por lo general la tos es un mecanismo que tiene el objetivo de mantener limpias las vías respiratorias, es un reflejo dirigido a liberar el cuerpo de agentes patógenos. Es lo que se llama la tos productiva, tos que viene acompañada de moco y que nos deja los conductos limpios.
La causa más común de la tos es una gripe, un resfriado o una infección de los conductos respiratorios, pero hay otras causas que sufren otras personas. Por ejemplo, el uso de medicamentos para controlar la presión arterial, el asma, las alergias, la enfermedad pulmonar obstructiva, el tabaquismo tanto activo como pasivo, la bronquiectasia, tumores, bronquitis y algunos tipos de sinusitis. También puede aparecer tos irritativa junto con disnea (nos daremos cuenta si vamos a miccionar muchas veces durante la noche y ocurre al hacer esfuerzos con el cuerpo).
Por otro lado, la tos seca o irritativa (no acompañada de moco) puede tener un origen psicológico, la llamamos entonces tos irritativa psicógena, puede aparecer en diferentes momentos del día (aunque es más probable que ocurra en situaciones de gran tensión emocional) y prolongarse durante horas. Sin embargo, durante el sueño cesa.
Si sufres un resfriado o gripe decimos que tenemos una tos aguda, que se acabará pasando con el tiempo y no durará más de tres semanas. Decimos que es crónica cuando dura más de 8 semanas. En este sentido, es importante que si llevas tiempo con este tipo de tos consultes a un médico porque él mejor que nadie podrá determinar la verdadera causa que hay detrás de la tos, así podrá decir cual será el tratamiento más recomendado para tu situación si queremos acabar con la tos.
7 remedios naturales contra la tos
Hay muchos remedios naturales que se han demostrado eficaces contra la tos.
1. Bebidas e infusiones calientes
En general las infusiones calientes son muy buenas para la tos porque al tomarlas los conductos se abren y ayudan a aliviar el dolor y expulsar el moco de las vías. Casi todas las infusiones son beneficiosas pero el tomillo, el té de jengibre y el menta poleo especialmente, tienen un sabor suave y aderezado con un poco de miel hará mucho por tu garganta. Si no te gustan las infusiones puedes probar con leche caliente y miel antes de dormir. Después está prohibido tomar algún tipo de bebida fría, porque si no lo que hicimos no habrá servido de nada.
La sopa de pollo también es famosa, seguro que alguna vez os la han preparado cuando estuvisteis enfermos. El caldo que deja el pollo está lleno de hierro y cinc y por tanto facilita la recuperación en los resfriados. Al tomarla caliente alivia la irritación de garganta.
2. Tomillo, miel y limón.
Pon a calentar agua caliente y prepara una infusión de tomillo, cuando esté preparada agrega un chorro de jugo de limón y una cucharada de miel que servirá tanto para endulzarla como para suavizar la garganta. Deja que se enfríe un poco para no quemarte pero básicamente tienes que tomarla caliente. Es ideal para tomarla antes de ir a dormir. Bébela y a continuación tápate con las mantas, intenta no hablar para no forzar la voz y descansa. A la mañana siguiente te encontrarás mucho mejor.
3. Jarabe de cebolla y miel
Este remedio puede sonar desagradable pero lo cierto es que también es muy efectivo. La cebolla es famosa por sus propiedades antibacterianas y antisépticas, la miel por su parte aporta propiedades antiinflamatorias, antibióticas y suavizará la garganta de la persona. Entonces, ¿por qué no combinarlo todo? Podemos preparar un jarabe natural con estos dos elementos.
Una forma rápida de hacerlo es picando la cebolla y dejarla en un tazón, agregarle tres o cuatro cucharadas de miel y se deja reposar un par de horas, lo suficiente para que de tiempo a que la cebolla segregue sus jugos y puedan mezclarse con la miel. Una vez pasado ese tiempo hay que tomarse cada hora u hora y media una cucharada del mejunje. Si quieres evitar el tener que masticar la cebolla, nada más picar la cebolla y mezclarla con la miel vierte la mezcla en una olla y déjala al baño maría durante una hora reposando. Después con un colador vierte el liquido que se ha formado en un vaso, obtendrás directamente el jugo con ambas propiedades para aliviar tu garganta. El sabor no será bueno pero tal vez te sea más fácil tomarlo que de la otra manera, eso si, tal vez no sea tan efectivo.
4. Gárgaras con agua y sal
Este remedio se usa tanto para aliviar el dolor de garganta y las heridas en la boca como para expulsar el moco de la garganta. En medio vaso de agua caliente vierte una cucharada de sal y revuelve hasta que se disuelva y deja templar un poco, no te vayas a quemar. A continuación haz gárgaras varias veces. Repite esto 3 o 4 veces al día.
5. Mezcla de almendras
Remedio perfecto para acabar con la tos seca e irritación. Mete 7 almendras en una taza con agua y dejar reposar toda la noche. Por la mañana pélalas y muélelas junto con 15 gr de mantequilla y otros 15 de azúcar. Mezcla bien y toma dos cucharas al día. Te aliviará la irritación en la garganta.
6. Crema de plátano
Este es un dulce remedio para reducir la irritación y prevenir la tos seca. Indicado especialmente para niños ¡les encantará! Es muy sencillo de preparar. Para ello, corta en trozos un plátano maduro y machácalo con un tenedor o cuchara, agrega 200 ml de agua hirviendo y deja reposar media hora. Cuando esté frío agrega una cucharada de miel y revuelve. Los efectos son aun mejores si lo tomas caliente.
7. Agregar ajo en las comidas
Otra manera es incluir dientes de ajo en las comidas que prepares, por ejemplo en las ensaladas. Otra opción es preparar zumo de tomate y mezclarlo con una cucharada de ajo el polvo. Como siempre su sabor no va a ser bueno pero buscamos que sea efectivo.
Por último, no utilicéis todos estos métodos a la vez. Probad primero con uno o dos y comprobad sus efectos. Es bueno que deis al cuerpo un poco de tiempo para reaccionar. También te puede servir para saber cuál de estos remedios te viene mejor ya que cada persona es un mundo y no todos reaccionamos de la misma forma a la enfermedad y las curas.
Además, si observas que aun probando estos métodos la tos no desaparece, no dudes y acude a un médico que pueda verificar la causa de la tos y darte un tratamiento específico.