La sinusitis es una enfermedad que aparece cuando, tras un resfriado simple, la persona afectada ha contraído alguna especie de infección en las vías respiratorias. También sucede por el exceso de consumición de productos lácteos, el tabaco o alergias. Cualquiera que sea la causa de este mal, puede llegar a afectar gravemente la salud de las personas.
El proceso de identificación es sencillo, ya que moqueas, tienes las cavidades nasales inflamadas y enrojecidas, y la congestión nasal sube hasta crear verdaderos dolores de cabeza y mareos. Por eso es importante saber controlar el problema a tiempo y evitar males mayores, ya que una sinusitis normal y corriente tiende a no alargarse más allá de las dos semanas; pero existen casos en los que si se produce de forma aguda aumente su tiempo por encima del mes de duración.
En el caso de que se superen las dos semanas previas, es importante acudir al médico -incluso antes de cumplir el plazo-, ya que el especialista sabrá qué recetarte. Lo normal es que te proporcionen un antibiótico a la medida de la gravedad de la sinusitis que se padezca, pero no es preciso tomar medicamentos si uno mismo puede intentar rebajar el dolor y eliminar el exceso de moco.
Realizar baños de vapor
Lo principal y más sencillo serán los conocidos como baños de vapor. Estos ayudan a abrir las vías respiratorias, eliminar el exceso de moco y aliviar el dolor de cabeza de manera casi sistemática. Este es un remedio que todo el mundo puede realizar en casa, ya se trate de una sinusitis o un resfriado el cual te impide respirar bien. Se recomienda, además realizarlo varias veces por día: mañana y tarde para despejar mejor la nariz.
Los baños de vapor se consiguen de manera casera mediante una olla y agua. Calentamos el líquido hasta que hierva y lo sacamos del fuego cuando lleve unos minutos en ebullición. Luego será cuestión de inclinar la cara sobre el vapor que sale del contenido, colocándonos a un palme de distancia aproximadamente para no quemarnos, y taparnos la cabeza con una toalla sobre la olla. Así conseguiremos que el vapor no se cuele hacia afuera y respirar profundamente el vapor.
Con estar unos cinco o diez minutos bastará. Lo importante es respirar profundamente y notar cómo va mejorando nuestra calidad nasal. En caso de no notar mejora, podemos probar la siguiente vez a introducir unas hojas de menta, eucalipto o romero mientras calentamos el agua.
Las infusiones de hierbas
Estos últimos son perfectos para despejar, tanto nariz como pulmones. Evitan que el moco colapse las vías respiratorias de tal manera que, si repetimos el proceso de manera diaria, notaremos a los pocos días cómo las hierbas naturales hacen su efecto. Lo mejor es tomar una o dos al día durante una semana.
Para ello podemos tomarlos mediante infusión, de la cual primero aspiraremos el vapor y luego la beberemos para conseguir un mayor efecto relajante, o podemos probar a vaporizar la menta, el eucalipto o el romero. Esto se consigue al hervir agua con un poco de esencia o un par de hojas de una de estas plantas. La cuestión es que el espacio esté cerrado, para que no se escape el vapor ni se expanda demasiado.
Una bebida que puede funcionar también a la perfección es la hecha de vinagre de manzana. Mediante un poco de este líquido diluido en agua caliente podemos ingerir la infusión. El sabor no es muy agradable, por lo que podemos añadirle una cucharadita de miel para que sea más dulce y lo tomemos mejor.
Otros productos como los ungüentos frotados por la base de la nariz y el pecho también alivian. Las soluciones salinas, como el agua de mar, van perfectos para este tipo de casos en los que nuestra nariz es incapaz de abrirse con normalidad. Con este tipo de remedios, la mejoría será al instante, aunque hay que seguir siendo constante para que tengan un efecto positivo a largo plazo.
Evitar contrastes bruscos de temperaturas ambientales
Para resolver de manera casera la sinusitis, no solo es bueno seguir estos consejos, sino que también es recomendable cambiar algunos hábitos diarios mientras dure la convalecencia. Para ello debemos modificar nuestra dieta, de manera que ingiramos de manera más moderada, evitando comidas procesadas, grasas y productos como los huevos, la harina o el chocolate, que crean mayor cantidad de mucosa.
Es importante comer más legumbres y caldos calientes. De esta manera ayudaremos a que nuestras proteínas y vitaminas crezcan durante la enfermedad -que tienden a reducir nuestro niveles básicos, por eso estamos tan débiles- y además ayudaremos a expulsar mejor el moco, gracias al calor. El agua también representa una ventaja, ya que al ser un líquido claro sin aditivos ayuda a que nuestro metabolismo adquiera mayor cantidad de minerales.
Las comidas que incluyan ciertos ingredientes como el ajo, la cebolla o el pimentón serán mejor para cocinar durante la etapa en la que padezcamos sinusitis. Estos productos ayudan a abrir las vías respiratorias y despejan la sensación de ahogo. El wasabi, sin ir más lejos, es ideal para estos casos por su efecto fresco. Además, debemos evitar los sitios cerrados, húmedos o muy calientes y los espacios muy abiertos y fríos. De esta manera evitaremos que la infección aumente y que nuestra cabeza pueda despejarse.