Los problemas de piel seca y deshidratada son de lo más comunes, sobre todo durante el invierno como efecto del frío. La descamación o la sensación de tirantez son algunas de las molestas sensaciones que se derivan de esta falta de hidratación, un problema que se puede arreglar de forma muy sencilla a través de la dieta y el uso de ciertos productos sobre la piel.
Sin embargo, para lograrlo no hay que comprar las cremas más caras del mercado, sino que hay muchos ingredientes naturales como el aguacate, el aceite de oliva o el aloe vera que se pueden aplicar directamente sobre la piel o como parte de mascarillas que se preparan rápidamente en casa. Si quieres saber cuáles son los mejores remedios naturales para evitar la piel seca y deshidratada, a continuación te damos algunas sugerencias. remedios naturales
Aceite de oliva
El aceite de oliva no sólo es un ingrediente esencial en una dieta sana y equilibrada, sino que es esencial para combatir la piel seca y hacer que ésta esté mucho más hidratada y bonita. Este ingrediente natural contiene una gran variedad de minerales, así como vitamina E y K, sustancias que ayudan a la piel a recuperarse de los daños y a activar el colágeno natural que retrasa la aparición de las arrugas. Además, aplicar directamente el aceite de oliva sobre la piel también ayuda a darle mayor elasticidad y a eliminar pequeñas manchitas.
Sin embargo, si se quiere buscar un mayor efecto se recomienda hacer una mascarilla de aceite de oliva con huevo. Para ello mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva con 2 yemas de huevo y media cucharada de jugo de limón, luego remueve hasta que los ingredientes se hayan integrado por completo. A continuación, coloca la mascarilla directamente sobre la piel con la ayuda de un algodón y, tras 20 minutos, retírala con agua tibia. Rápidamente notarás los efectos.
Aguacate y aceite de almendras
El aguacate es otro alimento que es esencial en la dieta pero que también tiene grandes efectos cuando se aplica directamente sobre la piel deshidratada. Esta fruta cuenta con propiedades curativas para la piel por las vitaminas y minerales que contiene y puedes preparar tu propia mascarilla casera de una forma muy sencilla: pela medio aguacate muy maduro y machácalo con la ayuda de un tenedor antes de mezclarlo con 2 cucharadas de aceite de almendras.
Remueve todo hasta tener una pasta homogénea y aplícala directamente sobre el rostro. Deja que la mascarilla actúe durante 30 minutos y luego retira con un poco de agua templada con jabón para comprobar que tu piel está mucho más hidratada. Y es que entre las propiedades del aceite de almendras se encuentra su alto poder hidratante, así como su capacidad para aliviar pequeñas irritaciones gracias a su contenido en vitamina E. Pero lo mejor de este aceite -que también se recomienda aplicar de forma rutinaria sobre la piel- es que no engrasa la piel y se absorbe con mucha facilidad.
Aloe Vera
Esta planta es otro producto imprescindible en el cuidado de la piel y en los remedios naturales, pues entre sus beneficios se encuentran que aporta gran suavidad y elimina rojeces e irritaciones gracias a sus propiedades cicatrizantes. La aloe vera se puede encontrar tanto en forma de gel como de crema, pero también se puede cultivar la planta para aplicar la pulpa fresca sobre la piel o para preparar distintas mascarillas caseras con diversos efectos sobre la piel.
En el caso de las pieles secas y deshidratas se recomienda hacer una mezcla con 2 cucharadas de gel de aloe vera puro con 1 huevo y 1 cucharada de yogur natural. Remueve hasta tener una pasta homogénea y luego añade 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra e intégralo con el resto de los ingredientes. A continuación, aplica la mascarilla sobre la piel limpia y deja que actúe durante 25 minutos. Finalmente, retírala con agua templada y repite el tratamiento un par de veces a la semana para que compruebes como poco a poco la piel está mucho más suave y reparada hasta en las capas más profundas.
Mascarilla de azúcar y limón
Retirar las células muertas de la piel de forma habitual es esencial para que ésta se mantenga bonita e hidratada, para lo cual suelen utilizarse las mascarillas exfoliantes. El limón, por ejemplo, cuenta con propiedades astringentes y es rico en vitamina C y al aplicarlo sobre la piel se ayuda a homogeneizar el tono y contribuye al crecimiento de las células.
Por su parte, el azúcar ayudará a eliminar el resto de piel muerta para que la hidratación no se quede en la superficie, sino que penetre en profundidad. Para preparar esta mascarilla tan solo tendrás que juntar 4 cucharadas de zumo de limón con un par de cucharadas de azúcar y remover para que se integren. Luego aplícalo en el rostro haciendo un pequeño masaje con movimientos circulares para que el azúcar actúe y, tras 10 minutos, retira la mascarilla con agua templada.
Aceite de coco virgen
El aceite de coco es otro ingrediente natural que cada vez está ganando más terreno en el campo de la belleza y de la hidratación gracias a su ácido láurico y sus vitaminas E y K que repara la sequedad y aporta gran elasticidad a la piel. Además, también ayuda a eliminar las posibles descamaciones y a aportar una mayor suavidad e hidratación.
Este aceite de coco se puede combinar con un poco de aloe vera o aplicar directamente sobre la piel, dejándolo que actúe durante toda la noche y luego retirándolo con abundante agua templada por la mañana. Y es que al igual que ocurre con el aceite de almendra, el aceite de coco tampoco deja una sensación grasa gracias a que se absorbe rápidamente. Eso sí, se trata de un ingrediente comedogénico que si se utiliza de forma muy habitual puede obstruir los poros y producir la aparición de puntos negros.
Mascarilla de yogur
Si además de estar seca, la piel también tiene algunos problemas de imperfecciones o acné, esta mascarilla puede ser una gran ayuda si se aplica 2 o 3 veces por semana. Para prepararla tendrás que mezclar 1 cucharada grande de yogur natural con 1 cucharada de miel -mejor si ésta está ligeramente templada para que se integre mejor- y 1 cucharada pequeña de cúrcuma.
A continuación, remueve hasta tener una crema homogénea y luego aplica sobre la piel durante 15 minutos. Pasado el tiempo indicado, retira la mascarilla de la piel con un poco de agua fría. Tras varias semanas podrás comprobar que los resultados son de lo más visibles al tener una piel mucho más hidratada y bonita gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes que actúan directamente sobre los problemas derivados del acné y de otras afecciones como la rosácea.
Aceite de rosa mosqueta
Este aceite suele forma parte de muchos cosméticos y remedios para la piel debido a que entre sus propiedades se encuentran su capacidad para la cicatrización de los tejidos y la eliminación de manchas o marcas como las estrías. Para aplicarlo sobre la piel tan solo hay que añadir algunas gotitas del aceite de rosa mosqueta en la crema hidratante que se usa de forma habitual.
Un baño de avena
En caso de que el problema de la piel seca y deshidratada no se localice en un punto en concreto puedes optar por preparar un baño de avena que ayudará a hidratar todo el cuerpo y a aliviar posibles picores. Para ello muele un par de cucharas de copos de avena con la ayuda de una trituradora o de un robot de cocina hasta tener un polvillo fino. Luego añádelo a una bañera llena de agua tibia y disfruta de un baño reparador durante 15 minutos.
Finalmente, usa una toalla suave, pero no la arrastres sobre la piel, sino que deberás secarla con pequeños golpecitos para evitar que salgan rojeces y sarpullidos. Si repites estos baños de avena de forma habitual no tardarás en ver cómo las propiedades humectantes, antioxidantes y antiinflamatorias de este cereal dan a la piel un aspecto mucho más sano e hidratado.
La dieta y la limpieza también son importantes
El uso remedios naturales y mascarillas hidratantes son muy útiles para ayudar a la piel a mantener su hidratación, pero la clave para que ésta esté radiante pasa por la alimentación. Muchos expertos señalan que el consumo de frutas y verduras es esencial para lograrlo, sobre todo aquellas que destacan por ser fuente de vitamina C.
Pero no sólo la dieta es importante, sino que también lo es el beber suficiente agua de forma diaria. Como mínimo, se recomienda consumir 1 litro y medio de agua al día para eliminar toxinas del organismo, asegurarse de que todos los órganos trabajan de forma correcta e hidratar el cuerpo tanto por dentro como por fuera.
Además, tener una piel en buen estado también debe pasar por limpiarla de forma diaria para eliminar los restos de maquillaje y de suciedad que se pegan a la piel por al ambiente urbano. De esta forma se limpiarán los poros para evitar los puntos negros y se refrescará la piel para evitar las rojeces e irritaciones, sobre todo si se utilizan cosméticos a base de agua. Por último, no te olvides de utilizar una crema hidratante después de esta limpieza diaria.