Aunque puede parecer lo contrario, la resonancia magnética es una técnica nueva que se usa desde los años 80 con el fin de obtener imágenes que ayuden a diagnosticar de una manera fiable algunas enfermedades. La resonancia magnética se basa en el uso de ondas magnéticas por lo que es mucho menos perjudicial y dañino que la tradicional exposición a los rayos X. Acto seguido te voy a hablar un poco más de la resonancia magnética para que lo sepas todo sobre esta técnica para diagnosticar diferentes males y enfermedades.
En qué consiste la resonancia magnética
El paciente que se somete a dicha resonancia magnética se tiene que tumbar dentro de un gran imán en forma de cilindro en el que se van a aplicar unas 20.000 ondas de radio. A partir de aquí, el aparato capta una serie de señales que un ordenador transforma en imágenes. El organismo está compuesto en su gran mayoría por agua y por tanto por numerosos átomos de hidrógeno. Dichos átomos son los que se usan para crear las diferentes imágenes que se usan para realizar el diagnóstico.
La persona que se somete a la resonancia magnética no tiene porque permanecer en el hospital ingresada y puede marcharse a su casa una vez después de hacerse la prueba. Lo que si resulta esencial es que el paciente se mantenga absolutamente inmóvil para que la resonancia salga bien. En el caso de los niños menores de edad suele administrarse un poco de anestesia con el objetivo de que se quede lo más quieto posible. La persona sometida a la resonancia debe evitar llevar cualquier objeto metálico como es el caso de joyas o relojes ya que acabarían por perjudicar la prueba. Lo mismo ocurre en el caso de que la persona lleve implantado en su cuerpo un marcapasos o use de una manera habitual un audífono.
Para qué sirve la resonancia magnética
Gracias a la resonancia magnética se pueden tomar imágenes de la gran mayoría de tejidos del organismo. Se obtienen imágenes muy claras de zonas tan importantes del cuerpo como el cerebro o la médula espinal. Gracias a dicho aparato se pueden localizar tumores cerebrales y otros tipos de lesiones neurológicas como infartos cerebrales. En la actualidad la resonancia magnética se usa mucho para examinar diferentes lesiones en articulaciones o en órganos como el hígado o los riñones.
Riesgos de la resonancia magnética
A día de hoy la resonancia magnética es una prueba bastante segura que apenas provoca efectos secundarios a la persona sometida a la misma. Durante la exploración la persona no va a sentir ningún tipo de dolor y no haber radiación, la prueba se puede repetir las veces que hagan falta. Si la paciente está embarazada es aconsejable no realizar la resonancia para evitar cualquier tipo de daño en el feto. El único problema que suele provocar la resonancia magnética es que puede resultar algo claustrofóbica por lo que hay personas que pueden solicitar un sedante con el fin de que puedan relajarse y no pasarlo mal durante la prueba. El ruido que suele hacer la máquina es otro de los pequeños problemas que puede causar una prueba como la resonancia magnética.
Como has podido ver la resonancia magnética es una prueba médica muy usada en la actualidad debido a que muestra imágenes muy claras de todos los tejidos del cuerpo y es capaz de localizar diferentes tipos de enfermedades. No entraña ningún tipo de problema para la salud a diferencia de los rayos X, por lo que en el caso de que debas hacerla tienes que ir lo más tranquilo posible y sin ningún tipo de nervios.