Ritalín, conocido también como metilfenidato (con abreviación MFD) es un medicamento psicoestimulante aprobado para el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el síndrome taquicardia ortostática postural y la narcolepsia. Al ser un medicamento para tratar también el TDAH es probable que se lo receten a los niños.
Es un estimulante del sistema nervioso central (SNC). Si bien el medicamento es eficaz para tratar los síntomas de falta de atención del TDAH, el uso de Ritalin puede provocar cambios mentales y emocionales en la persona que lo toma, tenga la edad que tenga. Esto se debe a que el medicamento aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo, el placer y el comportamiento.
A continuación vamos a comentarte cómo afecta la toma de Ritalín en las personas que son recetados con este medicamento. Si bien los efectos secundarios que produce es necesario mirar el prospecto del medicamento teniendo en cuenta la edad y estado físico del paciente (aunque también puedes preguntarle al médico), para descubrir los efectos que puede producir a nivel emocional y en la salud mental del paciente, sigue leyendo.
Depresión
Un efecto emocional en la salud mental del paciente que puede resultar bastante serio es la depresión. La persona que toma este medicamento puede tener un trastorno del estado de ánimo caracterizado por tristeza, aislamiento, no querer realizar actividades de las que antes sí disfrutaba, sentimientos de culpa y cambios en los patrones de alimentación y sueño.
Puede ocurrir una depresión severa cuando el paciente retira la toma del Ritalín, sobre todo, cuando lo hace por su cuenta sin seguir unas pautas acordadas por el médico. Este tipo de medicamento es mejor retirarlo de forma progresiva para evitar este tipo de efectos secundarios indeseados y peligrosos para la salud mental del paciente.
Los pensamiento suicidas también pueden ocurrir como un efecto secundario al padecer la depresión. La persona puede tener una preocupación excesiva por la muerte y puede contemplar quitarse la vida para aliviar su tristeza.
Alucinaciones y delirios
Una persona que toma Ritalón a largo plazo puede comenzar a experimentar alucinaciones y delirios. Estas alucinaciones consisten en ver, oír o sentir cosas que no existen, que están fuera de la realidad. Por ejemplo, un paciente puede sentir que alguien le está tocando pero no hay nadie en la habitación. También puede creer que está viendo o escuchando cosas que le parecen reales pero que en verdad no están sucediendo.
Los delirios son una creencia falsa, como que el paciente crea que él es el presidente cuando no lo es. Los pacientes también pueden tener paranoia o episodios psicóticos. En cualquier caso, si la persona que toma este medicamento comienza a tener este tipo de efectos secundarios que están perjudicando su salud mental, será necesario acudir al médico cuanto antes para tratar de buscar una solución. Posiblemente el médico reduzca progresivamente la toma de este medicamento hasta que se deje de tomar por completo.
Ansiedad
La ansiedad también puede ocurrir cuando se toma Ritalón. El paciente puede comenzar a tener preocupaciones poco habituales y que no puede controlar. Los pensamientos intrusivos aparecen en su mente y le provocan malestar emocional causándole severa ansiedad.
Esta ansiedad puede ir acompañada de inquietud o compulsiones, cuando el paciente se ve obligado a repetir ciertos comportamientos. En el uso a corto plazo de Ritalin, los usuarios pueden experimentar nerviosismo y mareos.
Cambios en el comportamiento
El comportamiento anormal o extraño es otro cambio mental que resulta del uso de Ritalin. Los pacientes pueden volverse más inquietos y propensos al comportamiento agresivo. El comportamiento normal también es posible, en el cual el usuario es más social y hablador que lo normal. La confusión también puede ocurrir con el uso de Ritalin y que la persona tenga cierta confusión sobre la realidad que está experimentando.