Cuando una persona escucha la palabra 'convulsión' se imaginan a una persona con dolorosas convulsiones debatiéndose entre la vida y la muerte. Si bien es cierto que puede ocurrir así, no siempre es tan dramática la escena. Existen muchas ideas erróneas que las personas tienen acerca de las convulsiones, incluidas las causas y lo que pueden hacer si alguien las experimenta.
Existen algunas cosas que se deben saber sobre las convulsiones porque solo de esa manera se podrán entender mejor y las personas tendrán un mayor conocimiento sobre estas afecciones.
1. Las convulsiones no son contagiosas
Una convulsión puede ser una experiencia aterradora, tanto que la reacción natural de la gente es alejarse. En algunos casos, puede ser porque una persona teme que las convulsiones sean de alguna manera contagiosas . Por extraño que parezca, hay muchas personas que creen que la epilepsia o las convulsiones son contagiosas. En realidad no lo son y no se pueden propagar de ninguna manera.
2.Se pueden tener convulsiones a cualquier edad
Las convulsiones pueden ocurrir desde la infancia hasta los últimos años de vida. Los bebés son especialmente vulnerables a las convulsiones cuando se enfrentan con anormalidades no complicadas como fiebre (pirexia) o bebiendo demasiada agua (esta última elimina mucha cantidad de sodio del cuerpo e interrumpe la actividad cerebral).
Por otro lado, las convulsiones siguen siendo una característica común de los trastornos neurodegenerativos relacionados con el envejecimiento, como la enfermedad de Alzheimer. Entre los adultos mayores que han tenido un accidente cerebrovascular, alrededor del 10% con un accidente cerebrovascular hemorrágico (una hemorragia cerebral) y el 8% con un accidente cerebrovascular isquémico (que involucra un vaso sanguíneo bloqueado) experimentarán una o más convulsiones. Será alrededor de 1 de cada 20 personas que vivan hasta los 80 años o más, tendrán convulsiones en algún momento de sus vidas.
3. Cualquiera puede tener un ataque
Hay algunos que creen que las convulsiones y la epilepsia son lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Una convulsión, por definición, es un evento transitorio causado por una actividad cerebral excesiva o no sincrónica. La epilepsia, por el contrario, es una condición médica caracterizada por la recurrencia de las convulsiones. Como tal, una convulsión es un síntoma, mientras que la epilepsia es la enfermedad.
Las convulsiones también son el síntoma de muchas otras afecciones que pueden atacar a los no epilépticos (lesiones craneales, eclampsia, tumor cerebral, privación del sueño, meningitis, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, la toma de algunos medicamentos,etc).
4. Diferentes tipos de convulsiones
Una convulsión es evidente pero en otras ocasiones puede que ni se note. Una convulsión tónico-clónica clásica es una convulsión que se reconoce porque la persona experimentará sacudidas y rigidez de todo el cuerpo. Por el contrario, una crisis de ausencia puede hacer que una persona "se quede en blanco" por un momento antes de regresar a la conciencia plena. Incluso hay un tipo llamado ataque atónico en el que una parte del cuerpo se debilita repentinamente o la cabeza cae repentinamente durante varios segundos.
5. Se puede tener más de un tipo de convulsión a la vez
En términos generales, hay tres categorías de convulsiones que una persona puede experimentar:
-Las convulsiones de inicio generalizado son aquellas que afectan a ambos lados del cerebro a la vez y pueden incluir una convulsión tónico-clónica, ausencia y atónica.
-Las convulsiones de concientización de inicio focal típicamente afectan un lado del cerebro y ocurren cuando la persona está completamente consciente y despierta.
-Las convulsiones de concientización deterioradas de inicio focal también afectan un lado del cerebro pero pueden causar lagunas en la conciencia.
Mientras que un epiléptico puede experimentar solo un tipo de ataque, es posible que se vea afectado por varios de ellos . En tal caso, una persona puede requerir diferentes formas de tratamiento para controlar los diferentes tipos de convulsiones.