¿Qué son las varices testiculares o varicocele?
Los testículos sacan la sangre utilizada por las venas, como hacen también otros órganos. El concepto a tratar se relaciona con la dilatación de las venas del escroto, encargadas de drenar sangre de los testículos. El flujo de sangre producido no es el normal. Las varices testiculares se evidencian cuando la sangre desciende desde la vena renal al testículo. También puede ocurrir por reflujo.
No puede hablarse de un solo motivo de su aparición, es decir, el proceso es multifactorial. El porcentaje de quienes padecen este problema es de un 8-22% en hombres sanos y un 11-39% en hombres que asisten a la consulta médica aquejados de un problema de esterilidad o de síntomas anormales respecto a su función eréctil.
Generalmente las varices testiculares aparecen en el testículo izquierdo, prácticamente el 90% de casos. Bien porque la vena espermática izquierda acaba en la vena renal, también del lado izquierdo, y no existen en ese lado válvulas que permitan la adecuada circulación de la sangre. En la parte izquierda, la longitud de la vena del testículo es mayor que la del derecho y presenta mayor complicación para que circule por ella la sangre.
Estas varices se producen por un fallo en el riego sanguíneo, a veces producido por la ropa ceñida, antecedentes familiares o la falta en la práctica de ejercicio físico. La sangre llega a circular más lentamente por el reflujo, que se da cuando hay una anomalía en la vena espermática, la encargada de recoger la sangre de las venas testiculares. Existen tres grados dependiendo del nivel de gravedad de la dilatación testicular:
- I, el bulto puede palparse al soplar, cuando aumenta la presión abdominal.
- II, se palpa fácilmente. El tamaño es medio.
- III, de gran tamaño. Se palpa muy bien y se evidencia mucho más.
Un 7% de los casos de varices en los testículos es bilateral y un 3% afecta al lado derecho del escroto. La afección se ocasiona en un 21-54% de adolescentes, siendo su incidencia máxima entre 15 y 25 años. En personas de más de 40 años es conveniente averiguar si hay posibilidad de tumor intra-abdominal que comprima la vena del testículo y cause la dilatación. Por probabilidad, el 75% de hombres octogenarios tendrán varices testiculares.
Sintomatología de las varices testiculares
A menudo es un problema asintomático y se descubre a raíz de otra dolencia. Si se desarrollan las varices testiculares, puede existir dolor en la región genital, sobre todo en la parte izquierda, y afectar a la producción de esperma de los testículos, entre otros síntomas:
-Mayor probabilidad de infertilidad o baja cantidad de espermatozoides.
-Descenso en la movilidad de los espermatozoides.
-Aumento del número de espermatozoides inadecuados. Deterioro de la calidad del semen en un 50%.
-Atrofia testicular o encogimiento de los testículos.
-Inflamación del escroto o protuberancia dentro del mismo.
-Venas dilatadas en la zona del escroto.
- Pesadez y dolor en los testículos al estar de pie.
Por lo general quien padece varices testiculares de tipo bilateral o de grado III, tiene más probabilidades de disfunción eréctil. Es aquí donde puede ocurrir la atrofia testicular con disminución de testosterona, que se relaciona con la impotencia. Sin embargo puede afirmarse que resultan ser casos aislados.
Presentando estos síntomas, lo conveniente es realizar una visita al médico, quien derivará seguramente al urólogo. El urólogo será quien haga un análisis físico y ecografía para encontrar bultos en el escroto y ver el flujo de la sangre. El estudio de los testículos debe realizarse con el paciente en pie. Deben examinarse la ingle, el escroto y los testículos.
Tratamiento para las varices testiculares
El trastorno no es incapacitante para el paciente, no obstante, con hinchazón, dolor y signos de infertilidad debe seguirse algún tratamiento para ponerle solución. Para la primera fase de la enfermedad, el paciente puede tomar antiinflamatorios para reducir la inflamación, que alivien las molestias. Si esto no fuese efectivo, lo siguiente es solicitar una cirugía. Existen varias técnicas médicas a utilizar:
- Cirugía abierta
Es un procedimiento sencillo que suele llevarse a cabo o con anestesia local o general. El cirujano a través de la ingle, mediante una incisión en el abdomen o en la ingle llega a la vena dañada. Previsiblemente el paciente puede irse a casa al día siguiente y volver a la rutina en un par de días. Debe evitar hacer esfuerzos y coger peso. Podría ser necesario el tratamiento con analgésicos y suspender las relaciones sexuales unos días.
- Cirugía laparoscópica
Se usa anestesia general y se utiliza con la frecuencia que la anterior. Suele ser una operación rápida. La incisión la realiza el cirujano en el abdomen y con un instrumento visualiza y repara las varices en el testículo. El alta suele dar en un par de días para que la persona vaya recuperando la normalidad.
- Embolización cutánea
Se realiza bajo sedación y es un procedimiento menos utilizado. El radiólogo inserta un tubo en la vena de la ingle para poder pasar los instrumentos precisos para ella. Coloca una solución para crear una obstrucción en las venas de los testículos e interrumpir el flujo sanguíneo. El paciente puede volver a su actividad en escasos días.
- Escleroterapia
Es un procedimiento que no suele revertir mayor dificultad. Si por el contrario hubiese complicaciones, puede derivar en atrofia testicular, hemorragia, dolor crónico o hematoma en el escroto.
- Microcirugía
Se aíslan las venas a ligar. El seguimiento se basará en revisiones con espermiogramas cada tres meses, sobre un año, si la pretensión es lograr un embarazo. Suele mejorar la masa de semen y las tasas de fecundación. No se utiliza mucho esta prueba. El paciente no pasa ni un día hospitalizado.
Con el uso de la cirugía puede solventarse el problema de la infertilidad en muchos casos. Los espermatozoides son de mejor calidad, pudiendo favorecer lo anterior. La infertilidad es multifactorial, lo que provoca que al corregir las varices pueda mitigarse el problema, pero no solventarse al cien por cien.
Lo recomendado por los facultativos médicos es cuidar la salud, llevar una vida sana y realizar deporte físico diario. Las molestias suelen ser intermitentes y es que ocurren más frecuentemente tras estar mucho tiempo de pie, haber mantenido relaciones sexuales o en un día de calor intenso. Es importante conocer si existen antecedentes previos de la enfermedad en la familia, porque puede ser un factor de riesgo. En hermanos e hijos de personas afectadas, existe un índice mayor de surgimiento.