Aunque la enfermedad de la sarna es algo que puede sonar a pasado, la verdad es que se trata de una afección que todavía no está erradicada y que se puede dar en cualquier parte del mundo. La sarna es una enfermedad de la piel causada por un ácaro y puede sufrirla cualquier persona independientemente de la edad o del sexo de la persona. Por suerte no es una afección que ponga en peligro la vida de la persona aunque es bastante molesta debido a los fuertes picores que provoca en la piel.
Causas de la sarna
Aunque la mayoría de la gente crea que la sarna se pueda deber a una mala higiene de la persona, la verdad es que la sarna se debe a la presencia de un ácaro que se introduce en la piel y se transmite por el contacto de la propia piel. En cuanto a los factores de riesgo de la sarna hay que indicar el compartir ropa o sábanas de una persona infectada por tal problema en la piel o el convivir en residencias o en centros donde exista tal infección.
Síntomas de la sarna
Los síntomas de la sarna comienzan a aparecer un mes después del contagio y son los siguientes:
El picor es el síntoma más habitual de la sarna. El cuerpo se defiende de la presencia del ácaro con una reacción alérgica. En un principio el fuerte picor se da produce en el lugar donde se encuentra el parásito y con el paso del tiempo dicho picor se va extendiendo por otras zonas del cuerpo. El picor es muy alto cuando hace demasiado calor y por la noche.
Aparte del picor la persona con sarna puede sufrir pequeños surcos en la piel localizados en el cuero cabelludo o en las muñecas.
Otro de los síntomas más comunes de la sarna es la aparición de pequeños bultos o ronchas en zonas del cuerpo como las ingles o las axilas.
El mismo rascado de la piel suele causar pequeñas heridas que pueden llegar a infectarse a causa de la presencia de bacterias.
Diagnóstico de la sarna
Si la persona no para de rascarse y tiene fuertes y molestos picores por todo el cuerpo debe acudir al médico para someterse a una exploración física con el fin de recibir el mejor diagnóstico posible. Para asegurarse de ello se suele tomar una muestra de la piel lesionada y examinarla. Una vez confirmado que la persona padece sarna es esencial el iniciar un tratamiento adecuado que permita eliminar dichos picores en la piel.
Cómo tratar la sarna
El tratamiento lo debe seguir tanto la persona infectada como las personas más cercanas y que convivan con ella. Lo normal es tomar una serie de antihistamínicos por vía oral para terminar con los molestos picores. Dichos picores tardan en desaparecer unas semanas después de que se elimine el ácaro. Dichos antihistamínicos deben tomarse por la noche y suelen provocar sueño.
Los corticoides también ayudan a tratar tal afección de la piel y e suelen administrar cuando los antihistamínicos son insuficientes para acabar con los picores. El azufre con vaselina se suele usar a la hora de tratar a embarazadas o niños pequeños con sarna.
Prevención de la sarna
A la hora de prevenir una enfermedad tan contagiosa como la sarna es importante tener en cuenta una serie de medidas:
- Hay que evitar en todo momento el contacto con la persona infectada .
- Lavar la ropa y las sábanas con agua caliente.
- En el caso de que la persona esté infectada es esencial el ventilar la casa varias veces al día y aspirar alfombras y moquetas.
- Para evitar que las heridas se puedan infectar, es aconsejable el lavarse las manos a diario y varias veces al día además de tener las uñas limpias y cortadas.