La cloasma gestacional son manchas irregulares de tamaño variable y de color oscuro que aparecen en algunas mujeres a partir principalmente, del cuarto mes de embarazo. Se trata de alteraciones de la piel relacionadas con un aumento de melanina, sustancia encargada de la pigmentación de la piel. De causa multifactorial, el factor genético y hormonal juegan un papel importante, así como la exposición al sol que puede desencadenar su aparición e incrementar el problema. Estas manchitas oscuras de color marrón o tono café, presentan una forma irregular y salen normalmente en las mejillas, el labio superior, el mentón y la frente.
El cloasma gestacional no es dañina para la mujer embarazada ni para el feto, pero presentan un importante componente estético. Existen maneras de prevenir su aparición durante el embarazo, atenuarlas o de evitar que sea un problema estético importante.
¿Qué desencadena el cloasma gestacional?
Quizás hayas oído hablar del melasma gravídico o la máscara del embarazo. El cloasma gestacional recibe varios nombres, aunque todas hacen referencia a lo mismo. Se trata de manchas oscuras, de color café, irregulares y que salen en la cara. Su aparición es lenta y progresiva, y principalmente a partir del segundo mes de embarazo. En la gran mayoría de los casos desaparecen tras el parto paulatinamente, durante el primer año del posparto cuando el desequilibrio hormonal provocado por el embarazo se corrige. Más de la mitad de los casos, la melasma aparece en la zona centrofacial, lo que constituye: frente, nariz, mentón, parte central de la mejillas y la zona del labio superior. En menor porcentaje se desarrolla en mejillas y nariz. Y un pequeño porcentaje se localizan en la mandíbula.
La melanina, es la causa de que aparezcan manchas de cloasma gestacional en la piel. Se trata de un pigmento oscuro que determina el color de la piel. Durante la gestación, los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la embarazada, elevación de los niveles hormonales de estrógenos, progesterona y hormona estimulante de los melanocitos, aumentan la concentración de melanina en la piel. Las mujeres con una piel más oscura tienen una mayor predisposición a desarrollar cloasma gestacional, debido a la predisposición genética que ya tienen de generar más cantidad de melanina.
Además del componente genético, existen otras causas que pueden favorecer la aparición de cloasma gestacional, no en vano, más de la mitad de la embarazadas que desarrollan estas manchas presentan un origen multifactorial, lo que es lo mismo, debido a más de una causa. El otro "gran enemigo" es la exposición a la luz solar y a los rayos ultravioleta activan la estimulación del sistema melanocitario, y por consiguiente la formación de melanina en la piel, lo que hace que se oscurezca.
Otras causas que merecen ser señaladas, aunque su implicación es menor, son el estrés, los cosméticos y las enfermedades endocrinas. Tanto el estrés como determinados productos cosméticos pueden sensibilizar aún más a las personas con propensión a sufrirlo, empeorarlo en personas que ya lo tienen, o dificultar su desaparición.
Lo más importante, protégete del sol
Si realmente quieres prevenir la aparición de cloasma gestacional, la fotoprotección es la clave. Debes evitar la exposición al sol, incluso la exposición indirecta es perjudicial, no sólo aumenta el riesgo de sufrir cloasma durante el embarazo, sino que puede agravar las lesiones en la piel, tanto en extensión como en la profundidad de la pigmentación, de manera que sea más difícil su erradicación tras el parto.
Para protegerte adecuadamente usa cremas con alta protección, SPF50+ y con factores de protección de rayos UVA y UVB. Usa crema foto protectora a diario, no sólo en días soleados, los rayos UVA atraviesan también las capas de las nubes en días nublados. Puedes usar tu crema hidratante de día y usar crema solar encima. Si te maquillas, no olvides usar crema solar debajo del maquillaje. Existan bases de maquillaje con foto protección que son una buena opción, pero nunca deben sustituir la crema solar. Si no queremos vernos tan pálidas, podemos adquirir cremas de protección solar con color, que pueden sustituir a nuestra base de maquillaje o a nuestra bb cream.
Otra forma importante de protegerte de los rayos del sol son las medidas físicas, como es el uso de sombreros, gafas de sol y ropa adecuada. Además, intenta evitar la exposición directa, especialmente en las horas de más calor, entre las doce del mediodía y las cinco de la tarde. Cuidado con aplicarte perfume o sustancias oleosas antes de la exposición al sol, los componentes químicos de estos productos pueden desencadenar una reacción con los rayos ultravioletas del sol y favorecer la aparición de cloasma gestacional.
Otros consejos útiles
Lo primero, es no alarmarse, ya que el cloasma gestacional es una dolencia muy habitual entre las mujeres embarazadas y no reviste gravedad, posiblemente desaparezca tras el parto. Visitar a un dermatólogo, resolverá muchas de tus dudas y te indicará cuál es el mejor tratamiento a seguir y muchas ocasiones es mejor no hacer nada y tan solo evitar la sobre exposición a la luz solar. Muchos dermatólogos recomiendan no empezar ningún tratamiento hasta después del parto, pues habitualmente estos tratamientos pueden ser perjudiciales durante el embarazo y lactancia.
Evitar cosméticos irritantes. No todos los productos sientan igual a todas las pieles. Existen algunos cosméticos, totalmente inofensivos, que pueden sin embargo, irritar a pieles más sensibles o con dermatitis atópica.
No es recomendable intentar eliminar las manchas utilizando productos abrasivos, jabones o exfoliando la piel. Esto sólo consigue estimular la producción de melanina, responsable de la pigmentación oscura de la piel.
Remedios naturales contra el cloasma gestacional
Los remedios naturales de toda la vida, pueden ser una buena opción para aquellas mujeres que deseen evitar o disminuir el cloasma gestacional de manera natural. La medicina tradicional puede ser una gran aliada.
Mascarilla de plátano: tritura un plátano hasta formar una masa de puré,y aplícala sobre las manchas durante 15 minutos. Después retira con agua templada. Repite el proceso cuatro veces por semana.
Huevo y vinagre balsámico: a la clara de un huevo, añade cuatro o cinco gotas de vinagre balsámico negro. Remueve la mezcla hasta hacer una masa homogénea, y aplícala 3 veces por semana como máximo, durante 15 minutos. Si te irrita la piel o notas ardor, retira la mezcla de inmediato. El vinagre puede ser muy fuerte para determinados tipos de pieles.
Una mascarilla de yogur, nos ayudará a suavizar la piel.
Otro remedio casero,es la aplicación de una mascarilla compuesta por 2 cucharadas de leche en polvo, 4 cucharadas de miel y 2 cucharadas de zumo de limón. Se forma una pasta homogénea, que se aplica en la cara y se deja que actúe unos 20 minutos.El zumo de limón aclara la piel de forma natural. Posteriormente, aplica una mascarilla de yogur natural durante 10 minutos. Si en algún momento nota quemazón o calor, retira la mascarilla. El limón al igual que el vinagre puede no ser bien tolerado en pieles sensibles.
Té verde. Realizar una infusión de té verde y dejar reposar unos minutos hasta que se enfríe. Después, aplicar en el rostro con ayuda de unos algodones o gasas impregnadas de té verde.