El orfidal es un medicamento que puede ayudar a las personas a relajarse cuando se encuentran sometidas a un gran estado de ansiedad o estrés. Y es capaz de hacer esto porque contiene exactamente un gramo de lorazepam, un fármaco cuyas propiedades específicas son las de ser ansiolítico, amnésico, sedante, anticonvulsivo y relajante muscular. De esta forma, a la par que puede paliar las crisis de ansiedad, también relaja a la persona de forma física, provocando sueño. En muchos casos, este sueño puede llegar a ser más reparador incluso que la propia calma mental.
En nuestra sociedad actual, tan llena de estrés y ansiedad por todos los rincones, tan agitada y convulsa, un gran porcentaje de la población tiende a sufrir alguna enfermedad mental a lo largo de su vida. Y, en muchas ocasiones, la respuesta médica a estas enfermedades mentales suele ser recetar orfidal.
Hay mucho debate todavía respecto a si los ansiolíticos ayudan, o acaban perjudicando más de lo que en un principio pudieran beneficiar. ¿Son una fuente de alivio, un tratamiento como las aspirinas, o son tan perjudiciales como cualquier otra droga? En muchos casos, acaban generando una fuerte dependencia, que hace que los pacientes no sean capaces de dejar de consumirlos por sí mismos, y necesiten ayuda de profesionales para hacerlo. Además, al prescindir de los ansiolíticos pueden volver a repetir las mismas conductas que tenían antes de comenzar a utilizarlos, siendo entonces la pescadilla que se muerde la cola. Este es uno de los puntos que más se critica de los ansiolíticos en general, y de aquellos que contienen lorazepam en particular, la dependencia que pueden llegar a crear.
Qué deberías saber sobre el orfidal si lo estás consumiendo
No obstante, sí que se ha demostrado que el orfidal ha sido de ayuda en muchas, muchísimas, ocasiones. En pleno ataque de ansiedad, una persona puede llegar a plantearse decisiones muy complicadas, todo fruto de la situación que está viviendo; pero si esta persona se encuentra medicada, y toma orfidal en ese preciso instante, su ánimo se calmará y probablemente no llegue a cometer ningún acto que, posteriormente, podría perjudicarle gravemente.
A esto, muchos psicólogos y psiquiatras le encuentran también su lado negativo. Porque el orfidal podría llegar a enmascarar las tendencias suicidas de una persona que sufriera depresión, por ejemplo. Si esta persona tomara orfidal siempre que tuviera intención de acabar con su vida, estaría escondiendo estos impulsos, ocultándolos, pero no los estaría eliminando. En este sentido, el orfidal por sí mismo no funciona; es una medicación capaz de calmar al paciente, sí, pero necesita de la colaboración de profesionales para que este sea capaz de curarse por completo.
Otro problema añadido del orfidal es que puede llegar a tener efectos secundarios bastante perjudiciales. Los más frecuentes no suelen ser demasiado graves, y van desde la fatiga hasta el cansancio muscular; estos están relacionados con el efecto relajante de la pastilla, y afectan a las capacidades motoras del paciente, dejándolo mucho más indefenso. Si se toman las precauciones adecuadas, estos efectos secundarios no tienen por qué suponer ningún problema. No se debe tomar orfidal cuando se va a conducir, por ejemplo, porque podría aletargar nuestros sentidos.
Quizás el efecto secundario más preocupante es la posterior dependencia que los usuarios tienden a generar. Para evitar que la persona se vuelva adicta al tratamiento, se recomienda que no se use de forma prolongada, y que no se convierta en un hábito o en una costumbre. Los ansiolíticos tienden a perder su efecto si se usan con demasiada frecuencia, además. Es importante que se tome siempre bajo la supervisión de un médico, que lleve un control exhaustivo del paciente y de todos los efectos secundarios que el tratamiento podría estar causando en el mismo.
El orfidal no deja de ser, a fin de cuentas, una droga. Sin la atención médica adecuada, todas las drogas pueden llegar a causarnos adicción, a generarnos efectos secundarios que acaban siendo más perjudiciales que beneficiosos. Si crees que necesitas un tratamiento ansiolítico, o que pudieras estar sufriendo ansiedad, depresión, o cualquier otro tipo de trastorno mental, lo mejor que puedes hacer siempre es acudir a un especialista que te ayude, te diagnostique y te dé un tratamiento apropiado. No obstante, si simplemente crees que estás pasando por una etapa de mayor estrés, evita tomar cualquier tipo de ansiolítico, y opta por remedios naturales.