La sedación es una técnica médica necesaria para realizar diferentes procesos médicos, desde una intervención quirúrgica hasta un proceso dental, entre otros muchos. En cada caso, se necesita un tipo de sedación diferente, en función de la intervención a la que se vaya a someter al paciente, ya que, en cualquier caso, lo que se pretende lograr es en cualquier caso es evitar el dolor y el posible sufrimiento que pueda causar el tratamiento.
Si necesitas someterte a una intervención quirúrgica, aunque sea leve, necesitarás someterte a un tipo de sedación. El especialista será quien decida qué tipo de sedación necesitas, ya que, no solo se tienen en cuenta las características del tratamiento en sí, sino que también se valoran otras cuestiones como el miedo o la ansiedad de muchas personas ante ciertos tratamientos médicos.
Conocer los tipos de sedación existentes, te ayudará cuando tengas que someterte a cualquiera de ellos. Ya que, por lo general, los pacientes no suelen recibir demasiada información al respecto y esto puede causar muchos temores y miedos (lógicos) ante un proceso desconocido. Porque es normal que cualquier persona tenga miedo ante una sedación artificial que en cualquier caso no está exenta de riesgos.
Sedación consciente
La sedación consciente es la que se utiliza en procedimientos muy habituales como los que se realizan en la consulta del dentista, por ejemplo. Consiste en una combinación de fármacos, por una parte, un sedante para conseguir que el paciente se relaje y por otra, un anestésico, para que evitar que el paciente sienta dolor. Con la combinación de estos fármacos, se logra una sedación parcial, el paciente está despierto en todo momento, pero no siente dolor mientras se le realiza el procedimiento o la cirugía correspondiente.
La recuperación de la sedación consiente es muy rápida, en poco tiempo recuperarás la sensibilidad al completo y podrás seguir con tus actividades habituales. Tan solo tendrás que tener precaución al realizar ciertas tareas como conducir, aunque será el médico especialista quién te dé las indicaciones pertinentes. Ya que, no es lo mismo una sedación para un procedimiento odontológico, que una sedación para una pequeña cirugía ambulatoria.
Cómo se aplica
La sedación consciente se utiliza en procedimientos sencillos y generalmente cortos. Este tipo de sedación la realiza una enfermera o el médico que vaya a realizar el procedimiento, ya que no es necesario que esté presente un anestesiólogo o anestesista. Este tipo de sedación consciente, puede aplicarse de diferentes maneras, por vía intravenosa, por inyección intramuscular o tomando el fármaco directamente de forma oral.
En qué casos se utiliza la sedación consciente
La sedación consciente se utiliza para realizar cirugías menores, en procedimientos odontológicos y también para realizar algunas pruebas diagnósticas.
Estos son alguno de los casos en los que se utiliza este tipo de sedación:
- Para reparar fracturas de huesos menores
- Realizar una biopsia de mama
- Cirugías menores del pie
- Para la realización de pruebas diagnósticas: como la colonoscopia, la endoscopia o la cistoscopia, entre otras
- Procedimientos sencillos de la piel (extirpación de lunares y otras lesiones similares en la piel)
Sedación inconsciente
En este caso, se trata de una sedación completa, es decir, el paciente queda completamente dormido. Se trata de una sedación profunda, por lo que el paciente pierde la sensibilidad y necesita ayuda para respirar mientras que dure el proceso y el estado de sedación. La sedación inconsciente se utiliza para procesos más largos y complejos, en los que se requiere que el paciente se encuentre completamente inmóvil. También para evitar la sensación del dolor y la ansiedad de tener que someterse a ciertos procedimientos médicos complejos.
Para aplicar la sedación inconsciente es necesario realizar ciertas pruebas médicas previas, además de realizar una consulta con el anestesiólogo o anestesista. Se tomarán ciertas medidas como la presión arterial, el peso o la estatura entre otros, para asegurarse de que no existen problemas previos que puedan perjudicar al paciente. En el momento de realizar el procedimiento, será un anestesista quién suministre la medicación para proporcionar la sedación inconsciente.
La recuperación tras una sedación inconsciente es mucho más lenta y los efectos pueden durar hasta 24 horas. Por lo que es muy importante que tengas precaución después de someterte a un proceso médico que requiera de sedación profunda. Debes evitar conducir, ya que puedes sufrir somnolencia y dificultad para mantener la concentración.
En qué casos se aplica
La sedación profunda o inconsciente puede aplicarse en diversos casos, aunque lo más habitual es que se utilice para realizar cirugías largas e importantes. Existen diferentes grados de sedación inconsciente, por ejemplo, en una operación será necesaria una sedación completa para que el paciente no despierte durante la intervención y no sienta el más mínimo dolor.
Pero también puede utilizarse para realizar diversas pruebas diagnósticas, para lo que solo se requiere un estado de sedación inconsciente temporal. Por ejemplo, cuando es necesario realizar una prueba diagnóstica a los niños, se suele utilizar la sedación inconsciente para que el pequeño no se mueva durante el proceso y pueda realizarse correctamente.
En cualquier caso, tu médico te resolverá cualquier duda que tengas al respecto. Por lo que, si tienes que someterte a una sedación de cualquier tipo, no dudes en preguntar todo aquello que necesites resolver.