No todo el mundo es consciente de que es muy inteligente. Hay quienes se consideran 'de la media' pero realmente son personas brillantes. Muchas personas consideran que las personas inteligentes son como 'súper humanos' que tienen la vida resuelta solo porque su cerebro le puede ayudar mejor que a otros en cualquier situación de la vida. Se piensan que las personas inteligentes no tienen problemas o no al menos, los mismos que las personas que se consideran 'menos inteligentes'. En cambio, la realidad es muy diferente, ya que no importa lo inteligente que sea una persona, porque al fin y al cabo, son humanos.
Las conversaciones sobre cosas comunes te agotan
Para ti es todo un desafío tener que involucrarte en una conversación sobre cosas ordinarias. Esto es así porque tu cerebro solo piensa en grandes cosas, en temas que realmente te interesan como la ciencia, el arte, la filosofía... Estos temas son difíciles de encontrar en conversaciones comunes. Las personas acostumbran a hablar de futbol, las noticias, los programas de la televisión, el tiempo... Pero a ti rara vez te interesa y si mantienes conversaciones así, es simplemente para no quedar apartado.
Pero las conversaciones de temas comunes te hace sentir que pierdes el tiempo atrapado en una lista sofocante e interminable de frases establecidas socialmente aceptadas. Todo lo que realmente quieres es una persona de ideas afines para intercambiarlas, sobre temas que realmente te parecen interesantes e importantes.
Piensas más de lo que hablas
Tu cerebro siempre está pensando y buscando soluciones. Respuestas a un problema. Normalmente una persona de inteligencia promedia suele dar rápido su opinión o saca conclusiones precipitadas. Eso a ti, te parece demasiado aventurado. Además, si estás completamente seguro de que tienes la respuesta correcta o tienes una idea brillante, no dirás nada de momento.
Las personas que hay a tu alrededor no están familiarizadas con la forma en la que funciona tu cerebro y tu pensamiento, por eso se confunde y te consideran extraño, introvertido o desinteresado.
Tu trabajo te puede aburrir
Necesitas que tu mente esté constantemente desafiando tus propias ideas y proyectos, y esto puede hacer que si tienes un trabajo monótono, se convierta en algo demasiado ordinario para ti e incluso aburrido a medida que agotas las posibilidades de ser creativo en tus tareas. Además, en la mayoría de los casos, tu jefe no será comprensivo porque él solo quiere que hagas tu trabajo. En muchas ocasiones, las personas altamente inteligentes si su trabajo no les satisface, acaban buscando otro o trabajando por su cuenta aunque suponga más retos y dificultades.
Puedes tener parálisis de acción
Hay personas que confunden esto con pereza, pero no es así en absoluto en tu caso. No hagas caso de las personas que menosprecian tu talento, lo que ocurre es que difícil ser un pensador en un mundo lleno de personas 'buscavidas' que aprecian más las acciones que las grandes ideas.
Eres socialmente incómodo
Pero este no es tu problema, es de los demás. Como quizá no hables lo que a la gente le gusta para sentirse cómodos a tu lado, se sienten incómodos y lo achacan a tu personalidad. Esto solo hace que te sientas más cohibido socialmente.
Te cuesta mucho enamorarte
Eres muy exigente en el amor y no te conformas con cualquier persona que te diga algo bonito. Eres una persona prudente, analítica e independiente por lo que te cuesta enamorarte. Además, es posible que carezcas de espontaneidad lo que puede hacer que también las personas no mantengan demasiado el interés por ti.