¿Alguna vez has oído hablar del Trastorno de Ansiedad Generalizada? Es un trastorno por el cual la persona tiene preocupaciones recurrentes y exageradas sobre la vida cotidiana, de forma que les es imposible relajarse porque les produce ansiedad crónica y llega un momento en el que las preocupaciones controlan su vida. Las preocupaciones más comunes que suelen tener están relacionados con la familia, la salud (propia o de sus seres queridos), perder el trabajo y los asuntos económicos (arruinarse, que le roben el patrimonio, etc).
Tras leer la definición es probable que haya personas que piensen que pueden tener TAG porque se suelen preocupar mucho por las cosas que le pasan. Eso es normal y a todos nos pasan, lo interesante aquí es saber hasta qué punto esas preocupaciones pueden ser patológicas o no. Por eso, si quieres saber más del tema te dejamos algunas señales que te ayudarán averiguar si tienes un TAG y si deberías consultar con un profesional de la salud mental.
¿Qué causa el TAG?
No podemos hablar de causas directas del TAG porque no las hay, sería más apropiado pensar en factores de riesgo, son aquellos que aumentan las probabilidades de que una persona sufra el trastorno.
-Tener un pariente que tenga también un trastorno de ansiedad o un cuadro depresivo, la probabilidad es mayor si encima se trata de nuestros progenitores.
-Haber sufrido un episodio traumático en el pasado.
-Tener una condición física crónica como diabetes, alcoholismo y adicción a otras drogas.
- Haber tenido un bebé.
-Tener problemas de memoria.
-Ser mujer y tener menos de 25 años de edad (la mayoría de los trastornos de ansiedad comienzan desde la juventud).
-Haber tenido problemas de ansiedad en la infancia.
- Ser demasiado exigente. Las personas que consideran que su éxito en la vida está relacionado con su nivel de rendimiento se preocupan muchísimo por el miedo a fracasar.
- Situaciones nuevas y estresantes en la vida de la persona. Por ejemplo, la llegada de un jefe nuevo al trabajo o que un familiar cercano enferme gravemente puedes despertar en una persona ansiosa miedos relacionados con perder el trabajo o no poder cuidar al familiar.
-Condición nueva en la persona que lo haga vulnerable, por ejemplo, las personas que han sido independientes toda su vida suelen sufrir una gran ansiedad cuando son otros quienes tienen que cuidarle.
Señales de que tienes un TAG
1- Preocupaciones recurrentes sobre los mismos temas
Estos pensamientos son constantes y solo te aportan tensión y ansiedad. Darles vueltas no te ayudan a solucionar nada y cuanto más piensas en ellos peor te sientes, por tanto entras dentro de un círculo vicioso. La ansiedad que generan estos pensamientos debe de ser constante e irracional, por tanto la persona se siente con los nervios a flor de piel constantemente.
2- La ansiedad o preocupación no viene asociada a episodios concretos
Debe de ser continua y mantenerse durante 6 meses casi todos los días, no predomina ante ninguna circunstancia ambiental particular, tiene que darse de forma regular en varias áreas de la vida del sujeto. Las preocupaciones suelen estar relacionadas con miedos de uno mismo el miedo a que puedan ocurrirles desgracias a familiares o a la pareja.
3- Dificultad para concentrarse
La persona no puede tener la mente "en blanco" y le cuesta prestar atención a las cosas. Se pierde al hacer tareas porque se dispersa y no puede pensar con claridad en lo que tiene que hacer. Su mente siempre está preocupándose por algo.
4- Cansancio continuo
Sentirá fatiga sin saber muy bien el motivo, no tiene ganas de nada y se siente siempre exhausto a pesar sde haber dormido un numero aceptable de horas. Se despierta cansado siempre. Es porque el cerebro no llega a descansar, siempre está dando vueltas a los temas que le preocupan.
5- Insomnio
Le cuesta conciliar el sueño o mantenerlo. También puede pasar que no tenga problemas a la hora de ir a la cama pero que se despierte a las pocas horas, sin ser capaz de volver a pegar ojo.
6- Tensión continua, tanto física como mental
La persona siempre estará en estado de alerta, por tanto siempre estará ojo avizor por lo que pueda pasar, no solo su cerebro si no también su cuerpo. Puede llegar también a sentir dolores musculares.
7- Irritabilidad
Las personas que sufren TAG se caracterizan porque además de estar preocupadas continuamente también se enfadan a menudo con sus seres queridos a la vez que se preocupan por ellos. Al final acaban entrando en una dinámica de enfado-preocupación-enfado-preocupación de la que es difícil salir. También es probable que se sientan culpables por haberse enfadado con ellos y temen no arreglar las cosas con ellos a tiempo (por si algo horrible ocurriese en el futuro).
- Cefaleas
- Mareos, náuseas y vómitos
- Diarrea
- Taquicardias y taquipnea
- Sudores
- Sensación de falta de aire, ahogos...
- Boca seca
Para poder decir que la persona tiene un TAG tiene que tener estos síntomas que además vengan acompañados de 3 signos físicos mencionados anteriormente durante al menos los 6 últimos meses.
9- Miedo a morir
Cuando el trastorno es grave la persona puede incluso a temer por su propia vida, cree que se está volviendo loco y que él mismo se va a provocar el que algo malo pudiese ocurrir en el futuro. Otras síntomas psicológicos que tienen son la sensación de desrealización, despersonalización y por último miedo a perder la conciencia y morir.
10- Criterios de exclusión
Para empezar, la ansiedad no se produce como consecuencia de estar bajo los efectos de una sustancia como puede ser una droga, tampoco podemos atribuirla como consecuencia de una enfermedad física como puede ser el hipertiroidismo. También tenemos que tener en cuenta que esta ansiedad no debe explicarse mejor por la presencia de otro trastorno como una depresión o trastorno de pánico, puede ser difícil de diferenciar a veces y hay que ser muy cauteloso. Por último, para poder decir que la persona realmente tiene un TAG sus efectos tienen que suponer una gran tara en su vida diaria, es decir, deben causarle un malestar significativo en las diferentes áreas de su vida (familiar, social y laboral o académica).