Hay personas que piensan que correr es salir a la calle y empezar la marcha. Pero la realidad es que para correr se necesitan unas técnicas y estrategias adecuadas de movimiento y respiración que te permitan aguantar bien el ritmo y además que no te hagas daño muscular ni de ningún tipo. Es posible que no haya una manera correcta ni tampoco incorrecta de correr, pero lo que es seguro es que si no lo haces bien, tu cuerpo lo va a notar.
Si no corres correctamente tu vida empezará a ser más complicada ya que la forma de ejecutar los movimientos puede afectar a tus resultados de productividad, de salud e incluso de pérdida de peso si es lo que quieres conseguir. En cambio, si corres correctamente te darás cuenta que podrás cosechar todos los beneficios que este ejercicio te ofrece en tu salud. Pero si lo haces mal... solo encontrarás efectos secundarios. No importa si llevas corriendo hace décadas como si estás empezando ahora... sigue leyendo para aprender algunas señales que el cuerpo te dará si lo haces mal.
Sientes dolor después de correr
Si sólo pensar en correr te hace temblar porque sabes que después algo te dolerá, es porque no marcha todo bien. Si sientes dolor muscular intenso después de correr o durante la carrera, es una señal clara de que algo va mal. ¿Calientas y estiras antes y después de correr? ¿Te hidratas suficiente con agua?
Es necesario que prepares tu cuerpo para correr porque así estarás enviando sangre oxigenada a los músculos. Muchos corredores se saltan el calentamiento cuando no tienen mucho tiempo, pero en realidad tan sólo se tardan dos minutos en estirar y en preparar tu carrera de veinte minutos.
Los calambres te hacen parar
Hay varias razones por las que puedes sentir calambres, normalmente ocurren cuando no se respira de forma correcta durante la ejecución de los movimientos y esto hará que seas más propenso a experimentar calambres . Cuando no te mantienes hidratado también estarás más propenso a tener calambres en las piernas. Algunos corredores también se quejan de tener calambres en el estómago.
Si tienes calambres deberás saber por qué te ocurre. Si tienes calambres en el estómago quizá sea porque has comido en un horario demasiado cerca a tu carrera. Reduce tu consumo de grasas e incluye más proteínas en tus comidas después de cada entrenamiento. Antes de empezar a correr es ideal comer una manzana porque así le estarás dando energía rápida para consumirla mientras corres.
Encorvas los hombros
Si eres de las personas que encorvan los hombros al correr, además de que estarás afectando a tu postura, tu ritmo también se verá disminuido. Por otra parte, correr encorvando los hombros también promueve una mala respiración y el potenciar los calambres.
La próxima vez que corras, deberás mantener los omóplatos hacia abajo. Esto te ayudará a mejorar tu respiración y a aumentar tu ritmo y resistencia. Si lo piensas bien, te darás cuenta cómo las cosas más pequeñas en muchas ocasiones son las más importantes.
Te sientes exhausto/a
Si cuando acabas la carrera te sientes extremadamente agotado/a y exhausto/a es otra señal de que algo está yendo mal. Correr ayuda a aumentar la energía, en ningún caso ayuda a bajarla. Es necesario que cuando corras puedas tener una buena respiración, que encuentres tu ritmo adecuado, mantente hidratado/a, come de forma saludable y evita los mensajes de texto o las llamadas telefónicas mientras estás corriendo.
También es importante que consideres tus horas de sueño para poder rendir en tu tiempo de correr. Es necesario que duermas lo suficiente. Lo ideal es correr por la mañana en lugar de hacerlo por la tarde.