Aunque te pueda sorprender en un primer momento y no le des la credibilidad que realmente merece, el ser padre aumenta la esperanza de vida y hace que vivas mucho más años. Está demostrado de una manera científica y gracias a un estudio sueco que las personas que han sido padres suelen vivir mucho más que aquellas otras que no han tenido descendencia. Es por ello que tener hijos además de producir una gran satisfacción y felicidad a los propios padres hacen que puedan tener una vejez bastante alargada llegando incluso hasta los 100 años.
Ser padre alarga la vida
Según un estudio realizado por científicos suecos, aquellos que son padres aumentan en dos años su esperanza de vida sobre todo al pasar la barrera de los 60 años. Los expertos calcularon el riesgo de muerte de una manera específica para cada franja de edad y fueron controlando dicho valor año tras año en personas que tenían al menos un hijo como en personas que no eran padres. De una manera obvia y esperada, el riesgo de mortalidad crecía a medida que las personas tenían más años y eran más viejas, independientemente de que fueran padres o no.
Sin embargo el estudio desprendió un dato sorprendente y es que los padres de niños tenían un riesgo de muerte mucho menor. Conforme los sujetos tenían más años el riesgo de muerte iba decreciendo notablemente con respecto aquellos padres que no tenían descendencia alguna. Dicha diferencia de edad se da sobre todo en los padres ya que en las madres apenas hay diferencia de edad entre las que tan tenido hijos y las que no. Según los expertos, este dato de alargar mucho más la vida se debe al efecto protector que provocan los niños sobre los padres.
El estudio refleja que el aumento de la esperanza de vida se produce sobre todo a partir de los 60 años y es mucho mayor en padres solteros que casados. De esta manera la diferencia de riesgo de muerte era de un 1% en los padres solteros frente al 0,5% de los padres casados. Dicho estudio muestra que a partir de una edad tan avanzada como los 80 años, las probabilidades de fallecer para un padre son de apenas un 7% mientras que en el caso de una persona sin ningún hijo las probabilidades suben hasta un 8,2%.
El sexo del hijo no influye
Las causas por las que al parecer se produce dicho aumento de la mortalidad en hombres sin descendencia se puede deber a las carencias de tipo social y económica a las que se tiene que enfrentar llegados a una edad tan avanzada. Como ya te he comentado más arriba, los padres tienen el afecto continuo de sus hijos por lo que se sienten totalmente protegidos y arropados.
El estudio también reveló que el sexo de los hijos no influye en alargar dicha esperanza de vida por lo que no importa nada si es niño o niña . Lo importante es que los hijos cuiden de sus padres y los protejan sobre todo al llegar a una determinada edad en la que necesitan sentirse queridos a cada momento. Algunas investigaciones y estudios anteriores indicaban el dato de que los padres con hijas vivían mucho más ya que las mujeres suelen tener un vínculo afectivo mucho mayor con los padres, ocupándose mucho más de ellos que los hombres.
Lo que queda totalmente claro después de dicho estudio es que ser padres a día de hoy ayuda a alargar la vida. Se trata de un hecho bastante importante y que hay que tener en cuenta aunque lo más importante de ser padre es el poder disfrutar el mayor tiempo posible del amor y el cariño de sus hijos.