Las personas cuando tenemos hambre, comemos. Es lógico y tiene bastante sentido. Cuando el estómago empieza a pedirnos comida buscamos algo para comer para poder dejar de tener ese sentimiento desagradable de hambre. Pero aunque no te parezca lógico ahora mismo, si comes con el estómago vacío puede ser perjudicial para ti.
Piensa en la última vez que te sentiste hambriento realmente, ¿te sentaste a comer una dieta equilibrada o cogiste lo primero que te apetecía sin importar qué era exactamente ese alimento o lo que te podía aportar al organismo? Seguramente no pensaste en si ese alimento era equilibrado o no, simplemente comiste lo que te apetecía y te excediste comiendo.
El estómago vacío y el hambre voraz
Cuando tu estómago está vacío tus niveles de azúcar en la sangre disminuyen muy rápidamente. Esto ocurre porque tu cuerpo te protege y se centra en alimentarse con los alimentos con alto contenido calórico para sobrevivir. Es probable que te hayas dado cuenta alguna vez que cuando tienes mucha hambre solo piensas en alimentos con alto contenido calórico, como la comida basura.
Si tienes el estómago vacío, es probable que consumas alimentos poco adecuados para tu salud. Cuando tienes mucha hambre cualquier alimento parece el correcto. Incluso una vez que acabas de comer, se siente la necesidad de encontrar más comida porque no te sientes satisfecha. Cuanta más hambre tengas, será más difícil resistirse a comidas poco saludables como hamburguesas, pizzas, helados, dulces, etc.
No compres con el estómago vacío
Una investigación sobre compradores que van a la tienda a comprar alimentos mientras están hambrientos ha demostrado que es mucho más probable que compren alimentos no saludables. Comprar mientras se tiene hambre puede hacer que se compren alimentos poco saludables para comer durante la semana.
Las personas que tienen hambre tienden a pensar de forma inconsciente en alimentos con mayor cantidad de calorías que proporcionan más energía, lo que afecta a una elección de alimentos correctos para comprar. Estos alimentos pueden incluir carnes rojas, dulces y aperitivos salados, en contraste con alimentos bajos en calorías como pechugas de pollo, verduras y frutas.
Sin energía tu cuerpo entra en estado de supervivencia
Cuando el cuerpo se ve privado de energía, entra en modo de supervivencia. Cuando esto sucede, la respuesta natural es comer alimentos ricos en calorías para reemplazar las calorías perdidas y almacenarlas en el cuerpo en caso de otra hambruna. Es como la hibernación, pero solo conduce al aumento de peso y a tener una mala salud.
Si sueles ser de las personas que esperas hasta el último minuto para comer, es mejor que tengas un aperitivo saludable para comer entre horas. Si trabajas en una oficina puedes tener una almendras o alimentos ricos en proteínas cerca. Cuando sientas que tienes hambre, come un puñado de nueces para evitar la sensación de estar hambriento. Las piezas de fruta también son buenas opciones.
Los aperitivos saludables no deben ser nunca un reemplazo de tu comida principal, pero sí te sirven para mantener el hambre a raya y que tu cuerpo no entre en modo de supervivencia pensando que estás pasando hambruna. Así podrás tener una alimentación equilibrada y saludable.
La próxima vez que vayas a la compra, asegúrate de ir sin tener hambre y de comprar alimentos saludables que sean fáciles de digerir y que además, te permitan preparar comidas saludables en tu hogar. Te sentirás más saludable por dentro y por fuera y menos estresado como cuando tenías mucha hambre que buscabas a la desesperada un alimento que te saciase inmediatamente el hambre voraz que tenías.
A partir de ahora recuerda que no debes permitir tener el estómago vacío porque entonces te estarás arriesgando a comer peor. Come a cada dos horas aproximadamente y siempre alimentos saludables para tu organismo.