En la mayoría de ocasiones cuando pica el cuerpo no suele ser algo problemático, pero a menudo, no se sabe por qué ocurre. En algunos casos, se pueden desarrollar picores cuando se realiza una actividad física extenuante, como hacer ejercicio. Es bastante molesto aunque ocurre de vez en cuando y pide resolverse tan pronto como acabes de hacer ejercicio.
En cambio, hay otras veces donde el picor se vuelve realmente molesto e incluso, puede interferir en tu capacidad de hacer ejercicio . También puede ser un picor repentino y agudo que puede ser una señal de infección mortal conocida como anafilaxis que ocurre se hace ejercicio.
Por qué sientes picor
El picor también se conoce como prurito. Esto es una sensación general que surge de la irritación de las células de la piel o las células nerviosas asociadas con la piel. La sensación ocurre cuando las terminaciones nerviosas, llamadas pruriceptores son estimuladas por infección, lesión, sustancias químicas, temperatura o la propia respuesta inmune del cuerpo.
Cuando los pruriceptores son estimulados, envían mensajes al cerebro y a la médula espinal que, a su vez, desencadenan un reflejo de rascado. El rascado interfiere con estas señales nerviosas, proporcionando alivio transitorio, pero también sirve como una señal de advertencia de una condición física anormal. El prurito puede o no estar acompañado de síntomas físicos, como sarpullido o urticaria. La picazón puede ser localizada (restringida a una región específica) o generalizada (produciéndose en la mayor parte o en la totalidad del cuerpo).
Las causas comunes de prurito incluyen: alergias, trastornos autoinmunes (psoriasis o lupus), reacciones a medicamentos, enfermedades internas (insuficiencia renal, cirrosis o leucemia), infecciones (varicela, sarampión o sarna), trastorno relacionados con nervios (herpes de póster o diabetes), embarazo o condiciones de la piel (eccema o piel seca).
Causas alergias
Un picor que ocurre exclusivamente durante el ejercicio se asocia más a menudo con alguna forma de alergia. Una alergia es una respuesta inmune anormal por la cual el cuerpo libera sustancias químicas inflamatorias (llamadas histaminas ) en respuesta a un estímulo inofensivo (llamado alérgeno ).
Dependiendo del tipo de alergia, puedes experimentar picazón y otros síntomas que pueden afectar a los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones, la piel o el tracto gastrointestinal. La alergia puede ser desencadenada por algo con lo que entras en contacto durante el ejercicio, algo que se inhala o se come en el gimnasio, o un cambio repentino en el ambiente.
Causas no alérgicas
Hay otras condiciones que pueden causar prurito durante el ejercicio. Algunos son similares a una alergia ya que implican la liberación de histaminas, mientras que otros no tienen ninguna asociación.
Por ejemplo:
-La erupción por el calor: la transpiración queda atrapada en los poros del sudor. Esto puede conducir a la formación de ampollas superficiales o protuberancias. La erupción por calor tiende a ocurrir durante una actividad extenuante en temperaturas extremas.
-La urticaria colinérgica es una condición en la que el aumento de la temperatura corporal provoca la hinchazón de la piel y la formación de urticaria . Si bien es similar a una alergia, la urticaria involucra un mecanismo diferente por el cual las células inmunitarias, llamadas. mastocitos se separan espontáneamente e inundan el cuerpo con histamina.
Al eliminarse del calor y disminuir la temperatura de su cuerpo, ambas condiciones tienden a resolverse por sí mismas.
Anafilaxis inducida por el ejercicio
En raras circunstancias, una alergia o urticaria relacionada con el ejercicio puede provocar una reacción que pone en peligro la vida de todo el cuerpo conocida como anafilaxis inducida por el ejercicio. Los síntomas de la anafilaxia tienden a desarrollarse repentinamente y progresar rápidamente, involucrando no solo la piel y los pulmones, sino también el corazón y el cerebro.
Los síntomas de la anafilaxia incluyen: urticaria, hinchazón facial, de lengua y garganta, sibilancia, falta de aliento, palpitaciones o ritmo del corazón lento, piel fría, diarrea, mareos, calambres abdominales, náuseas, vómitos o convulsiones. Si no se trata, la anafilaxia puede provocar convulsiones, coma, paro respiratorio o cardíaco y la muerte.
A menudo se necesita una inyección de emergencia de epinefrina. (adrenalina) para contrarrestar la respuesta alérgica. Los antihistamínicos intravenosos o los corticosteroides pueden usarse para disminuir la inflamación en las vías respiratorias.