El olor de la orina es un aspecto que en muchos de nosotros pasa desapercibido porque por norma general la orina no huele pero ¿Qué pasa cuándo la orina huele a amoníaco? pues que nos empezamos a preocupar porque no es algo normal.
En muchas ocasiones, algunos alimentos como por ejemplo el espárrago produce un olor en la orina un poco fuerte, pero siempre es algo temporal. En este caso, cuando el eliminamos los restos del alimento desaparece el olor. Pero en el caso del amoníaco es diferente.
Qué significa que si la orina huele a amoníaco
Existen varios factores por los que la orina puede oler a amoníaco y a continuación los vamos a explicar todos.
1. Deshidratación
Este es el motivo más común. Cuando no consumimos el líquido suficiente para que nuestro organismo funcione de manera optima, nuestra orina puede tener un olor fuerte a amoníaco. Esto es porque cuando orinamos todos los ácidos están concentrados, mientras que si estamos bien hidratados, estos ácidos se disuelven y no dan olor.
Frecuencia
Cuando vamos poco al váter a orinar, pasa un poco como en el caso anterior. Los ácidos se quedan concentrados en la vejiga y cuando los expulsamos, salen todos a la vez por lo que esto puede generar bastante olor. Lo ideal es que orinemos en torno unas 6 veces al día, pero siempre que tengamos ganas tendríamos que expulsarla. Aguantar la orina solo nos trae problemas.
3. Menopausia
Este es uno de los síntomas más frecuentes que la mujeres notan cuando se les retira la menstruación. Los cambios hormonales provocan que la orina pueda tener un olor fuerte, a amoníaco, y un poco desagradable. Pero contra esto no existe ningún remedio.
4. Enfermedades de Transmisión sexual (ETS)
Contraer una enfermedad de transmisión sexual también puede provocar una orina con olor fuerte. Si han mantenido relaciones sexuales sin la protección necesaria y crees que has podido contraerla, y encima notas que tu orina tiene un olor fuerte, lo ideal es que acudas al médico especialista para saber si tienes que poner algún remedio.
5. Infección en el riñón
Este es otro de los motivos más comunes por los que nuestra orina puede oler a amoníaco. Si aparte de este síntomas tienes otros como por ejemplo dolor en los riñones y fiebre, puede tratarse de una infección en los riñones. Un remedio muy efectivo en este caso es beber mucha agua para que la infección se diluya. Pero lo mejor es que acudas a un médico nefrólogo especialista que será el que te aconseje mejor sobre tu situación.
6. Diabetes
Nos encontramos en la generación del sobrepeso y la diabetes es una de las enfermedades más comunes en la sociedad de hoy en día. Uno de los síntomas de la diabetes es el olor a amoníaco de nuestra orina. Si notas que tu orina huele un poco mal pero aparte tienes mucha sed, muchas hambre y notas una pérdida de peso injustificada, puede ser que seas una persona diabética. En este caso acudir al médico va a hacerte salir de dudas y así conseguirás que te ponga un tratamiento adecuado a tu caso.
No existe un remedio general para solventar este caso, pero si notamos que nuestra orina huele a amoníaco y el olor no desaparece, lo ideal es que acudas a tu médico de cabecera que será el encargado de hacerte un análisis de orina y valorar tu caso y saber cuál es el motivo por el que tu orina tiene este mal olor. En un primer momento, cuando notemos este síntoma, beber mucha agua puede solucionarlo. Pero si vemos que el olor persiste, no juegues con tu salud.