La enfermedad de la úlcera péptica es un trastorno digestivo común que no solo puede hacer que la vida sea muy incómoda, sino que también puede tener algunas consecuencias graves. Es necesario estar bien informado/a sobre esta enfermedad para poder estar al tanto de los posibles avances en medicina y mejorar la calidad de vida dentro de posible.
Qué es
Una úlcera péptica es una erosión del revestimiento del estómago o duodeno (la primera parte del intestino delgado). Estas úlceras se llaman úlceras "pépticas" porque están relacionadas con la actividad del ácido y la pepsina (una enzima digestiva importante) en las células que recubren el estómago y el duodeno. Una úlcera péptica localizada en el estómago se llama úlcera gástrica. Si está en el duodeno se llama úlcera duodenal.
Síntomas
Los síntomas puede variar dependiendo del tipo de úlcera que sea. El médico puede tratarlos de manera diferente. Las úlceras pépticas son más comunes de lo que te puedas imaginar. El 1% de la población mundial lo tiene. Los síntomas de la úlcera péptica generan mucha angustia a las personas que la padecen e incluso, pueden tener consecuencias mortales. Afortunadamente, en la mayoría de las personas se pueden curar y se pueden evitar complicaciones graves con el tratamiento médico adecuado y con medidas para prevenir las úlceras en el futuro.
El principal síntoma de una úlcera péptica es el dolor abdominal. La mayoría de personas descubren este dolor como agudo o ardores en la boca del estómago o justo debajo de las costillas, tanto en el lado derecho como en el izquierdo.
El dolor abdominal será de un modo u otro dependiendo de la ubicación que tenga la úlcera. Con las úlceras gástricas, el dolor suele empeorar con una comida y, ocasionalmente, una persona con una úlcera gástrica puede reducir (posiblemente, inconscientemente) la ingesta de alimentos e incluso perder algo de peso.
En contraste, las úlceras duodenales tienden a producir dolor entre las comidas cuando el estómago está vacío; el dolor a menudo se alivia al comer algo. Las personas con úlcera duodenal rara vez pierden peso y en realidad pueden aumentar de peso.
Si una úlcera péptica se vuelve lo suficientemente grande, puede erosionarse en un vaso sanguíneo y producir sangrado. En estos casos se puede vomitar sangre. Si el sangrado es lento, los síntomas pueden ser mucho más sutiles y pueden incluir la aparición gradual de debilidad, dolores, heces negras causadas por la sangre, entre otros síntomas.
Una úlcera péptica ubicada en la unión del estómago y el duodeno (una ubicación llamada canal pilórico) puede causar suficiente hinchazón en el revestimiento del estómago para producir una obstrucción parcial. Si es así, los síntomas pueden incluir hinchazón, indigestión severa, náuseas, vómitos y pérdida de peso. Las personas con úlceras pépticas también tienen una probabilidad relativamente alta de desarrollar enfermedad por reflujo gastroesofágico y los síntomas asociados, especialmente la acidez estomacal.
Aunque este tipo de úlceras crean bastantes síntomas, la mitad de las personas afectadas pueden que no noten ningún síntoma. Esto puede ser peligroso y generar complicaciones significativas porque no se diagnostica ni se trata como se debiera. Esto incluso, puede hacer que cuando se noten los síntomas la úlcera ya haya creando múltiples complicaciones.
Complicaciones
Las principales complicaciones de la úlcera péptica son las siguientes:
- Sangrado. Es la complicación más común de la úlcera péptica. El sangrado puede ser lento y bastante sutil o puede ser masivo e inmediatamente mortal. En particular, una úlcera que sangra lentamente y que puede haber pasado inadvertida puede convertirse en una emergencia médica aguda, si se erosiona aún más en un vaso sanguíneo.
- Obstrucción de la salida gástrica. Se trata de un bloqueo en la unión del estómago y el duodeno causado por una úlcera péptica activa o por una cicatrización crónica debida a una úlcera péptica previa. Si la obstrucción es grave, o si una obstrucción moderada no se resuelve después de un período razonable de tratamiento, la terapia quirúrgica puede ser necesaria.
- Perforación. Si una úlcera péptica se erosiona por completo a través de la pared del estómago o el duodeno, puede causar una perforación. Una perforación puede permitir que el ácido estomacal se filtre hacia la cavidad abdominal, causando un dolor abdominal generalizado severo y, a veces, que la persona entre en shock. La perforación de una úlcera péptica es una afección potencialmente mortal. El tratamiento requiere cirugía inmediata.
- Fístulas. Una úlcera péptica también es capaz de perforar un órgano abdominal adyacente y formar una fístula (es decir, una conexión) entre el estómago o el duodeno y una estructura adyacente. Se pueden formar fístulas con el colon, el árbol biliar, el páncreas o un vaso sanguíneo importante. Según el órgano involucrado, los síntomas pueden variar desde vómitos fecundos hasta hemorragias agudas, masivas o fatales. Similar a la perforación, la terapia quirúrgica es necesaria para el tratamiento.
Si crees que puedes tener una úlcera debes acudir inmediatamente a tu médico para que te haga las pruebas necesarias y así iniciar el tratamiento. Para encontrar el mejor tratamiento será necesario primero saber cuáles son las causas que han provocado la úlcera. Las causas más comunes son dos:
- Una infección por la bacteria Helicobacter pylori
- Uso crónico de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
También puede haber otras causas que pueden provocar que tengas una úlcera, pero será necesario que lo hables con tu médico. Hasta no hace mucho se pensaba que era el estrés o la comida picante lo que provocaba que las personas tuvieran úlceras, pero en realidad, esto no está del todo comprobado y aunque sí es cierto que pueden agravar los síntomas o hacer que se empeore una úlcera ya existente, no necesariamente son las causas principales de que se provoque.
En este sentido, si tienes los síntomas descritos anteriormente, será necesario que acudas a tu médico para poder valorar la gravedad de los síntomas, la gravedad de la úlcera, el tipo que es y sobre todo, encontrar la forma de que las consecuencias de tenerla no se vuelvan demasiado graves. Mejorar tu calidad de vida es fundamental y además, encontrar el tratamiento para curarlo será una prioridad absoluta. Una úlcera péptica que no se trata puede llegar a ser mortal.