La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central, lo que significa que afecta al cerebro y a la médula espinal. En el tipo más común (conocido como EM remitente recidivante), los síntomas van y vienen. Estos pueden pasar de un hormigueo leve a una pérdida de visión severa.
Sin embargo, esta enfermedad es difícil. Debido a que muchas otras condiciones también pueden causar síntomas similares, un hipocondríaco podría pensar fácilmente que tiene esta enfermedad cuando es así. Por otro lado, se puede tardar años o incluso décadas en diagnosticar a una persona con EM. Sólo un médico puede realizar las pruebas adecuadas para confirmar si estos síntomas son realmente la EM.
A continuación vas a conocer algunos síntomas de la Esclerosis Múltiple, pero recuerda que si tienes duda de si realmente puedes tener esta enfermedad o no, deberás acudir a tu médico para que te haga el diagnóstico correspondiente en caso de que sea necesario.
Se puede tardar años o incluso décadas en diagnosticar a una persona con EM6 posibles síntomas de Esclerosis Múltiple
1. Fatiga
Alrededor del 80% de las personas con EM experimentarán fatiga en un momento u otro de sus vidas, pero la fatiga puede tener muchas causas diferentes. Algunas personas experimentan una fatiga muy severa que ocurre diariamente que tiende a empeorar a medida que el día se desgasta.
La gente lo describe como algo que nunca ha sentido, un cansancio extremo que no les permite hacer una vida normal.
2. Entumecimiento
El adormecimiento (o la falta de sensación o tacto en varias partes del cuerpo) es a menudo uno de los primeros síntomas que lleva a una persona con EM al médico. El entumecimiento puede ocurrir en la cara, el cuerpo, los brazos y las piernas. Este entumecimiento puede interferir con el correcto caminar, la persona afectada puede tener problemas para coger objetos o incluso para masticar ya que también puede afectar a diferentes zonas de la cara.
Esta sensación de entumecimiento puede durar horas o días, pero normalmente puede desaparecer por sí solo.
3. Hormigueos
El hormigueo se relaciona con el entumecimiento y puede sentirse como el brazo, los dedos de las manos o dedos de los pies se están quedando dormidos. Al igual que otros síntomas de EM, este es el resultado de los nervios dañados que envían señales mixtas a las diferentes partes del cuerpo.
La gente también puede experimentar algo llamado como el 'abrazo de la EM', donde parece que alguien está agarrándolos muy fuerte alrededor del cuerpo, pero es un sentimiento muscular. Es un fenómeno sensorial que se siente como si se tuviera una faja muy apretada.
Los problemas de movimiento son un sello distintivo de la EMLos problemas de movimiento son un sello distintivo de la EM. La conducción nerviosa alterada significa que los músculos no trabajan como antes. Las personas pueden decir que sienten repentinamente una extremidad mucho más débil o que se les empiezan a caer objetos de las manos. Si hay daño en el cerebelo, la parte del cerebro que controla el equilibrio, la gente también puede estar inestable a causa de los pies y ser propensos a caídas.
5. Espasticidad
La espasticidad puede implicar tanto rigidez como contracciones musculares involuntarias. Como un síntoma de EM, es más común en las piernas y puede manifestarse como una leve sensación de opresión en los músculos o como dolor más severo.
En casos extremos, la espasticidad puede hacer que el cuerpo de una persona se distorsione y se retuerza. Este síntoma a menudo va de la mano con la debilidad de los miembros u otras partes del cuerpo.
6. Problemas de la vista
Como el entumecimiento, los problemas de la visión son uno de los síntomas tempranos más comunes que incitan a una persona a visitar al médico. El problema puede manifestarse como visión doble, dolor en los ojos, visión borrosa o un escotoma (parece un agujero en la vista).
Estos síntomas suelen ser consecuencia de la neuritis óptica o la inflamación del nervio óptico. Aunque los problemas de visión pueden interferir con el trabajo y la conducción, tienden a resolverse.
Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar que se está ante una EM pero hay otros muchos y será el médico el que deberá diagnosticar finalmente si de verdad se trata de EM o no.
