El sangrado gastrointestinal crónico o hemorragia gastrointestinal es un sangrado que generalmente es lento y puede continuar de forma prolongada o comenzar y detenerse en un período corto de tiempo. Los síntomas de este tipo de sangrado crónico dependen de dónde esté produciéndose el sangrado dentro del tracto digestivo.
Síntomas y causas
El sangrado crónico gastrointestinal no se detecta fácilmente (o al menos no tan fácil como puede detectarse un sangrado más agudo), ya que los síntomas son menos obvios. Es importante que busques rápidamente atención médica siempre que notes que podrías tener un sangrado gastrointestinal o creas que tienes síntomas del mismo.
El sangrado gastrointestinal crónico puede causar anemia en el paciente. Por eso es importante conocer los síntomas de la anemia. Esos síntomas incluyen: fatiga, debilidad, mareos, piel pálida, falta de aliento, dificultad de concentración, palpitaciones, dolor en el pecho, manos y pies fríos, dolor de cabeza...
Si crees que puedes tener esta dolencia tu médico te hará hacer algunas pruebas como por ejemplo: una colonoscopia y una esofagogastroduodenoscopia para localizar la fuente del sangrado. El sangrado en el tracto digestivo no es una enfermedad, sino un síntoma de la enfermedad. La causa del sangrado puede estar relacionada con una afección que puede curarse, o puede ser un síntoma de una afección más grave.
La causa del sangrado depende de en qué área del tracto digestivo del sangrado se produce. Algunas causas pueden ser las siguientes.
El sangrado gastrointestinal crónico puede causar anemia en el pacienteEn el esófago
- Inflamación (esofagitis): el ácido estomacal que se acumula en el esófago puede causar inflamación, y esta inflamación puede causar sangrado.
- Varices: son venas anormalmente agrandadas ubicadas en el extremo inferior del esófago.
- Lágrimas: una lágrima en el revestimiento del esófago que generalmente es causada por vómitos prolongados, pero también puede ser causada por una tos prolongada o hipo. Esto a veces se denomina síndrome de Mallory-Weiss, que es un trastorno del extremo inferior del esófago causado por arcadas y vómitos severos y se caracteriza por laceración asociada con el sangrado.
- Úlceras
- Cáncer
En el estómago
- Úlceras: las úlceras pueden agrandarse y erosionarse a través de un vaso sanguíneo y causar sangrado.
- Gastritis
- Cáncer
En el intestino delgado
- Úlcera duodenal
- Enfermedad inflamatoria intestinal: se puede producir una inflamación que puede llevar a sangrado.
- Cáncer
El sangrado en el tracto digestivo no es una enfermedadEn el intestino grueso y el recto
- Hemorroides: esta es la causa más común de sangre visible en el tracto digestivo inferior y generalmente es de color rojo brillante. Son venas agrandadas en el área anal que pueden romperse y sangrar.
- Colitis ulcerativa: la inflamación y las ulceraciones pequeñas pueden causar sangrado.
- Enfermedad de Crohn: esta es una condición crónica que puede causar una inflamación que puede resultar en un sangrado rectal.
- Cáncer colorrectal: esta es una afección causada por la salida de la pared del colon.
Tratamiento
El tratamiento del sangrado en el tracto digestivo depende de la causa del sangrado y de si el sangrado es agudo o crónico. Por ejemplo, si la aspirina es responsable del sangrado, un paciente puede dejar de tomar aspirina y se podría solucionar el sangrado. Si el cáncer es la causa del sangrado, el tratamiento habitual es la extirpación del tumor. Si es una úlcera péptica es la causa del sangrado, el médico puede prescribir un medicamento para el tratamiento de H. pylori y recomendar un cambio en la dieta, posiblemente un cambio en el estilo de vida.
El primer paso en el tratamiento del sangrado es detenerlo. Por lo general, esto se hace inyectando químicos directamente en un sitio de sangrado, o cauterizando el sitio de sangrado con una sonda calentadora que pasa por un endoscopio.
El siguiente paso es tratar la condición que causó el sangrado. Esto incluye medicamentos utilizados para tratar úlceras, esofagitis, y otras infecciones. Estos incluyen los inhibidores de la bomba de protones, los bloqueadores H2 y los antibióticos. La intervención quirúrgica también puede ser necesaria, especialmente si la causa del sangrado es un tumor o pólipos, o si el tratamiento con un endoscopio que no tiene éxito.
