El cerebelo se encuentra en la fosa posterior, junto con el cuarto ventrículo y el tallo cerebral. Aproximadamente del 15 al 20% de los tumores surgen en la fosa posterior. El cerebelo controla la coordinación muscular intrincada, como caminar y hablar en conjunto con el tálamo. Los síntomas de un tumor cerebral en el cerebelo a menudo afectan estas funciones por lo que es necesario tenerlo en cuenta para identificar a tiempo si quizá se tenga este tipo de cáncer.
Es imprescindible identificar este tipo de tumor rápidamente para poder tener un buen diagnostico y comenzar un tratamiento lo antes posible. Por este motivo, a continuación vamos a comentarte cuáles son los síntomas más comunes cuando se padece un tumor en el cerebelo.
Dolores de cabeza, náuseas y vómitos
Las personas con un tumor cerebral en el cerebelo a menudo experimentan dolores de cabeza, náuseas y vómitos. A medida que crece un tumor en el cerebelo, bloquea el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal y causa hidrocefalia o aumento de líquido en el cráneo.
Este aumento de la presión a menudo hará que una persona tenga dolores de cabeza que aparecen repentinamente y empeoran en la mañana. Algunas personas pueden tener un fuerte dolor de cabeza al despertar y sentirse mejor después de vomitar.
Los dolores de cabeza asociados con un tumor cerebral no tienden a responder a los tratamientos normales para el dolor de cabeza y, a menudo, se sienten mejor a medida que avanza el día. Las personas con un tumor cerebral a menudo notan que los dolores de cabeza se vuelven más frecuentes a medida que el tumor crece. Esta presión comúnmente causa náuseas y vómitos.
Problemas para caminar
El cerebelo controla la coordinación muscular intrincada. A medida que el tumor crece, la presión puede hacer que estas funciones se deterioren. Una persona puede volverse torpe y descoordinada, tambaleándose y tambaleándose cuando camina.
Daño del nervio craneal
La fosa posterior es un espacio pequeño. A medida que el tumor crece y llena el espacio, dañará las estructuras cercanas, como los nervios craneales. Cuando los nervios craneales están dañados, una persona a menudo experimenta pupilas dilatadas, pérdida de visión periférica, visión borrosa y desviaciones oculares. Las personas pueden experimentar debilidad muscular facial, pérdida de sensibilidad en parte de la cara, pérdida de audición y alteraciones del gusto.
Si crees que puedes tener este tipo de cáncer, acude rápidamente a tu médico para que pueda evaluar tu estado de salud actual.