El sujetador se inventó en el año 1907 por Pierre Poiret con el objetivo de que las mujeres pudiesen liberarse del incómodo corsé típico de la época. Este invento fue mucho más cómodo pues estaba fabricado con alambres finos y telas más suaves que el corsé. Con el tiempo esta prenda se popularizó rápidamente y ahora es esencial para las mujeres, aunque para muchas es un símbolo de opresión y no lo utilizan indicando que aumenta las probabilidades de tener cáncer de mama y que no permite hacer cierto tipo de actividades. Pero dejando aparte los simbolismos, ¿hasta que punto puede ser el sujetador un peligro para la salud del pecho? ¿Es aconsejable su uso continuo? Analicemos que hay de mito y que hay de cierto.
¿Aumenta el riesgo de cáncer de mama?
Según expertos del Instituto Oncológico de Teknon no hay una correlación entre el uso del sujetador y el riesgo de padecer un tumor mamario. Sin embargo, tampoco defienden que el uso del sujetador sea beneficioso para la salud. Hay que tener en cuenta que la mama está sujeta por unos ligamentos llamados "ligamentos de Cooper" que con el paso del tiempo van perdiendo firmeza y sujeción, con el uso se retrasaría las consecuencias de la edad pero tampoco está demostrado al 100% que sea bueno para la salud. Es más, aunque enlentecemos el proceso de estiramiento de las fibras de Cooper podríamos provocar otros problemas como la falta de respiración de los poros por esa zona.
Casos en los que sí se debe usar sujetador
1) Tamaño del pecho. A la hora de juzgar si el sujetador es esencial para la mujer tenemos que tener en cuenta el tamaño de su busto. Las mujeres que tienen un tamaño excesivo (gigantomastia) deberían usar siempre un sujetador ortopédico, pues el peso de los senos producirá dolor tanto lumbar como dorsal que puede acrecentarse al movernos si no se sujetan correctamente. Aun así, a las mujeres con gigantomastia se les aconseja una reducción mamaria para reducir las consecuencias que se derivan del tamaño.
2) Práctica deportiva. Es recomendable el uso de un sujetador deportivo cuando se va a hacer deporte, sobre todo cuando son deportes de impacto como el running o carrera a pie. Si no se usa con el tiempo podría aparecer una caída prematura de los pechos y pequeñas lesiones que pueden ser una molestia para la mujer deportista. Eso si, es importante que la talla de sujetador deportivo sea la adecuada porque si no será peor el remedio que la enfermedad. El modelo también es esencial, debe de ser uno que no tenga costuras interiores para que no produzcan rozaduras en los pezones y en la zona inferior de los pechos.
3) Embarazo y lactancia. El último grupo de mujeres que deberían ponerse sujetador son aquellas en estado de gestación o en periodo de lactancia. En ambos casos debido al crecimiento de las mamas y en el segundo porque además se acumula leche en ellas, con lo cual producirá dolor con el movimiento, disminuye si están sujetas al cuerpo.
Por otro lado, estas son las recomendaciones en base a la salud y con el fin de disminuir los dolores. Si solo nos refiriésemos a cuestiones estéticas sería recomendable a todas las mujeres por encima de los 35 años de edad con el fin de reducir el impacto de la gravedad sobre nuestros pechos, sobre todo si el tamaño es considerable.
¿Podría ser perjudicial para la salud de la mujer?
Al igual que el sujetador puede ser beneficioso y hacer la vida de las mujeres más fácil en ocasiones también tiene algunos inconvenientes a tener en cuenta, por lo que su uso debería estar limitado a unas horas al día.
1- Retención de líquidos en los ganglios linfáticos. Si pasamos demasiado tiempo con el sujetador puesto estaremos continuamente presionando los canales linfáticos de nuestro pecho y axilas, impidiendo la correcta liberación de las toxinas. A largo plazo podrían aparecer nódulos fibrosos o quistes. Por eso, los expertos recomiendan dormir sin sujetador, para facilitar la liberación de estas toxinas durante la noche.
2- Impide la circulación de la sangre
Al igual que con otras partes de nuestro cuerpo es importante que los pechos tengan libertad de movimiento. Un sujetador apretado disminuye el riego sanguíneo a la zona y la circulación de la linfa. Una correcta circulación de la sangre y linfa hace que las toxinas del cuerpo no se acumulen en una misma zona.
3- Aumenta la temperatura
Los sujetadores suelen estar hechos con licra o con algodón. Ambos materiales hacen que la temperatura de los senos se eleve porque retienen el calor. No es bueno que ocurra esto porque se ha comprobado que las mamas precancerosas tienne de media una mayor temperatra que las mamas sanas.
¿Entonces, ¿es el sujetador bueno o es malo?
El uso del sujetador no es malo, al contrario, puede resultar muy beneficioso en los casos mencionados anteriormente, independientemente de los motivos estéticos. Pero para poder beneficiarnos tenemos que usar uno adecuado para nosotros, es decir, que tenga la talla correcta, tanto en forma como en tamaño. La copa no debe estar demasiado apretada ni demasiado suelta y la tira de la espalda debe quedar justo a la altura de nuestro pecho, ni por arriba ni por debajo. Por otro lado, los tirantes tampoco deben de ser demasiado estrechos para que no dejen marcas en nuestra piel, al menos deben de tener un par de cm de ancho. Sin embargo, un uso excesivo tiene desventajas y más que ayudar puede producirnos problemas de salud. Por eso, la recomendación que suelen hacer los expertos es su uso moderado, nunca más de 7- 8 horas seguidas, evitando además acostarnos con él.
Sin embargo, si estás acostumbrada a su uso y te sientes más cómoda durmiendo con uno puedes usar sujetadores nocturnos. Son sujetadores especialmente indicados para dormir, están hechos de algodón y no tienen varillas ni aros, sujetan lo necesario y nos dan libertad de movimiento además de permitir la transpiración y drenaje linfático. Aunque siendo sinceros, es mejor que siempre que puedas duermas sin él, es más barato y efectivo.