La pérdida de un ser querido es de lo más doloroso a nivel físico y emocional que puede experimentar una persona. El dolor emocional es inmenso, pero también se padecen dolores físicos que hay que aprender a hacer frente para poder así, superar el duelo cuanto antes y reencontrar el equilibrio que se necesita para estar bien, aunque el dolor por la pérdida siga en nuestros corazones.
Algunos síntomas físicos por estar pasando por un duelo pueden ser: problemas digestivos, dolores de cabeza, síntomas físicos, problemas para dormir, problemas alimenticios, nerviosismo físico, etc. Es necesario saber qué tipo de problemas físicos se están experimentando para poder encontrar la solución lo antes posible. Si una persona no presta atención a cómo está tanto a nivel físico como emocional, con el tiempo podría entrar en una depresión y entonces, entraría en una espiral difícil de salir.
Mejorar tu salud física ante el dolor de un duelo
En realidad, no existe un método para eliminar o evitar los efectos físicos que puedes experimentar después de la pérdida de un ser querido. Aunque es difícil y a menudo doloroso, el dolor es una respuesta normal y necesaria a la muerte de un ser querido, y la mayoría de las personas verá una reducción de los efectos físicos inducidos por el dolor con el paso del tiempo.
Si alguno de los efectos físicos que experimentas no disminuye el ritmo, o te sientes insoportable, debe consultar a su médico lo antes posible para evitar problemas más severos en el futuro. Este es particularmente el caso del dolor o la incomodidad física, los problemas digestivos, la enfermedad o la gripe, o si un problema de salud crónica existente empeora... entonces acude a tu médico rápidamente.
La mejor forma de mantenerte bien cuidado es cuidando tus necesidades cada día, deberás prestar atención a tu cuerpo y a tus emociones. Muchos de los efectos físicos del duelo suelen ocurrir por un descuido de la propia persona afligida. Si estás pasando por un proceso de duelo es necesario que aprendas a cuidarte de la siguiente manera:
-Mantén una buena hidratación. Toma mucha agua durante todo el día y evita el consumo excesivo de alcohol que solo te deshidratará.
-Haz ejercicio. Aunque no te sientas con fuerzas, oblígate los primeros días para hacer ejercicio. Si solías hacer ejercicio antes de la muerte de tu ser querido, continua con tu rutina tanto como sea posible. Si llevas un estilo de vida sedentario, dedica un tiempo cada día a hacer ejercicio (puede ser tan simple como salir a caminar, pasear al perro o montar el bicicleta). Incluso el ejercicio moderado puede ayudarte a dormir mejor y a mejorar el estado de ánimo.
-Mantén una buena alimentación. Las personas que padecen el duelo pueden tener complicaciones a la hora de comer bien. Es necesario que en estos momentos tomes varias comidas al día pero de menor cantidad. Los alimentos que consumas deberán ser productos saludables y nutritivos en lugar de comida rápida o poco saludable. Si no tienes energía suficiente como para ir a comprar la comida o para hacerte alimentos saludables... pide a un amigo de confianza o a un familiar cercano que lo haga por ti de forma temporal.
-Prioriza tu descanso. Es normal que el dolor interrumpa tus patrones normales de sueño o tus rutinas diarias, pero es necesario que priorices tu descanso ante todo para que puedas recuperarte emocionalmente y físicamente poco a poco. En la medida de lo posible, intenta desarrollar una rutina y un horario regular a la hora de acostarte; minimiza las distracciones y mantén tu dormitorio oscuro. Además, trata de evitar las bebidas con cafeína durante al menos tres horas antes de acostarte.
Si a pesar de intentar todo esto sigues sintiéndote demasiado mal, tendrás que acudir a tu médico para que evalúe tu estado actual y que decida si necesitas un tratamiento adicional.