El estrés y la ansiedad se han convertido en uno de los problemas de salud más comunes en la sociedad de hoy en día. Dichos trastornos son tratados con diversos fármacos conocidos como ansiolíticos. La ansiedad es un estado de malestar emocional que sufre una persona en su día a día.
La persona con ansiedad suele sufrir entre otros síntomas un exceso de sudoración o taquicardia y entre los diferentes tratamientos para superar dicho trastorno destacan los citados ansiolíticos. El objetivo de los ansiolíticos no es otro que el de tranquilizar a la persona que sufre ansiedad y relajarla al máximo posible. Acto seguido te muestro los ansiolíticos más populares a la hora de tratar dicho trastorno emocional.
Barbitúricos
En su momento fue uno de los ansiolíticos más usados para tratar la ansiedad destacando por un alto nivel sedativo. Su mecanismo se basa en impedir el flujo de sodio a las neuronas provocando un efecto relajante en la persona. Hasta los años 70 fueron bastante utilizados aunque el alto riesgo de adicción ha hecho que queden en un segundo plano.
Benzodiacepinas
Es el ansiolítico más usado a día de hoy ayudando a producir cierto alivio en la zona cognitiva además de sedar a la persona que los toma. Los más conocidos por la población son el lorazepam, el diacepam y el bromazepam. Las benzodiacepinas pueden ser de corta, de media o de larga vida. Los de vida corta tienen un efecto muy rápido y ayudan a bajar los niveles de ansiedad rápidamente. En el caso de los de larga vida pueden durar más de un día en el organismo y no crean tanta adicción como los de corta o media vida.
Buspirona
Esta clase de ansiolítico apenas tiene efectos secundarios y no es adictivo como la mayoría de ansiolíticos. La principal desventaja de este fármaco es que tarda varias semanas en hacer efecto por lo que no es demasiado útil ante una crisis de ansiedad.
Meprobamato
Al igual que ocurre con los barbitúricos está en desuso y tuvo bastante popularidad hace años. Además de ser usado para tratar la ansiedad, se recetaba para casos de insomnio o de fuertes dolores de cabeza. Empezó a caer en desuso debido a los efectos secundarios que provocaba en las personas como pérdida de conciencia y su fuerte adicción.
Desventajas de los ansiolíticos
A pesar de ser bastante consumidos por personas con problemas de ansiedad y estrés, los ansiolíticos son fármacos que tienen numerosos efectos secundarios por lo que no resulta muy aconsejable su consumo.
La principal desventaja de estos fármacos es la dependencia y adicción que producen a la persona que los consume. Su consumo no debe prolongarse demasiado en el tiempo y se retirada debe ser gradual ya que de lo contrario la persona podría sufrir cierto síndrome de abstinencia.
Otra de las grandes desventajas de los ansiolíticos es que un consumo excesivo de los mismos puede llegar a causar sobredosis dando lugar a la muerte del paciente. Son muchos los casos de fallecimiento sobre todo al combinar dichos fármacos con alcohol o si se padece algún tipo de enfermedad grave.
Los ansiolíticos también suelen producir somnolencia a la persona que los toma. Este hecho es realmente peligroso sobre todo si se conduce o se realiza un trabajo de tipo físico. Otro de los efectos secundarios de los ansiolíticos aunque es menos común y habitual es el de provocar un efecto opuesto al esperado. De tal manera la persona puede sufrir irritabilidad o un exceso de actividad en su cuerpo. Recuerda que los ansiolíticos deben ser recetados por un médico y que por tanto necesitan prescripción médica.