Los niños pequeños suelen resfriarse a menudo, y es que la tos y los mocos es un habitual que ocurra. De hecho, es normal que los resfriados y las infecciones acaben en tods, pero si la tos ocurre sin haber ninguna enfermedad vírica y persiste habitualmente, entonces es probable que pueda tener otra afección médica.
No es común que la tos empeore mientras se come y si a tu hijo le ocurre, es necesario que sepas por qué puede ocurrir, porque en la gran mayoría de los casos, requieren atención médica. Si notas que cuando tu hijo come tose con frecuencia, entonces deberás acudir a tu pediatra lo antes posible para saber si lo que le ocurre necesita tratamiento.
La tos
La tos es la forma que tiene el cuerpo de sacar el moco o un material extraño de los pulmones y las vías respiratorias. Las infecciones como bronquitis o sinusitis, alergias, goteo posnasal o una enfermedad viral son causas frecuentes. La tos que empeora al comer, o que ocurre principalmente durante la comida, puede deberse a la enfermedad de reflujo gastroesofágico, disfagia o asma.
Reflujo gastroesofágico
La enfermedad por reflujo gastroesofágico, ocurre cuando el contenido del estómago, como los alimentos y el ácido, se mueven fuera del estómago, hacia el esófago y, a veces, hasta la boca. El reflujo en un niño pequeño ocurre cuando el músculo que normalmente se contrae para contener el contenido del estómago se debilita o se relaja en el momento equivocado. Uno de los síntomas más comunes es una tos frecuente o persistente debido a la irritación en el esófago o la tráquea.
La tos por reflujo gastroesofágico puede empeorar cuando el niño pequeño come porque, a medida que la comida llena el estómago, crea una presión que empuja contra el músculo y causa reflujo. La posibilidad de reflujo aumenta con el chocolate, la menta y los alimentos con alto contenido de grasa porque hacen que la válvula permanezca abierta por más tiempo.
Disfagia
La definición más amplia de disfagia es la dificultad para comer, pero el problema puede estar en cualquier parte del proceso. Un niño pequeño puede tener dificultades para recoger los alimentos y llevárselos a la boca, o puede que no cierre la boca para contener la comida.
La dificultad puede verse al chupar, masticar, tragar o mover los alimentos por la garganta y hacia el estómago. La tos que empeora durante las comidas, es un síntoma de disfagia. Otros síntomas incluyen irritabilidad durante la alimentación, rechazar alimentos o bebidas, dificultad para coordinar la respiración con la comida o arcadas. La disfagia pone a un niño en riesgo de mala nutrición, deshidratación e infecciones respiratorias superiores.
Asma
Diferentes condiciones pueden desencadenar un ataque de asma, pero algunos de los desencadenantes más comunes son el ejercicio, eflujo gastroesofágico, el humo del cigarrillo, las alergias, el estrés y el aire frío. Cualquiera que sea el desencadenante, el sistema inmunitario responde y causa inflamación de las vías respiratorias, contracción de los músculos alrededor de las vías respiratorias y aumento de la producción de moco.
El resultado es dificultad para respirar y tos. Los niños pequeños pueden desarrollar asma variante de la tos, que es el asma donde la tos crónica es el único síntoma. Si el gatillo de un niño es una alergia a los alimentos, la tos puede empeorar cuando come.
En cualquiera de los casos comentados anteriormente es necesario que se tenga en cuenta para que de esta manera, puedas acudir al pediatra lo antes posible. Dependiendo de cuál es la afección que tiene tu hijo, necesitará un tipo de atención u otra. El tratamiento también variará en función del diagnóstico... pero si tu hijo tiene tos y empeora mientras está comiendo, no mires hacia otra parte. Además, que puede aumentar el peligro de atragantamiento por las características de la tos (con comida dentro de la boca).