Trabajar tantas horas que pierdes la cuenta es bastante común en la sociedad actual. Es posible que sientas que de lunes a viernes es un trabajo constante y que te faltan horas en el día para poder llegar a todo. ¿Esto es porque tienes demasiado trabajo o porque no utilizas bien tu tiempo?
Es fácil que pasen las horas sin que estés totalmente concentrado en tus tareas y que no seas lo productivo que debieras, te cansas más y no rindes igual. Es frustrante. Entonces, ¿trabajar más horas significa que eres más productivo? En absoluto. Cuando trabajas muchas horas o dedicas demasiado tiempo a una tarea, generalmente es una señal de que realmente debes mejorar. No estás utilizando tu tiempo de forma sabia.
Por este motivo, es necesario que comiences a cambiar la perspectiva y que te des cuenta de que trabajar más horas no significa ser más productivo, y que puedes hacer más en menos tiempo. Por si fuera poco, hacer más en menos tiempo, es mejor para ti porque te da tiempo para poder descansar o dedicarte a tareas de ocio que harán que recuperes tu energía.
Cambia tu perspectiva para ser más productivo en el trabajo
Para que tu vida cambie y de un giro inesperado, deberás tener en cuenta que 'menos es más' y así, tu productividad será óptima. Lo primero que tendrás que pensar es que cuando se trata de tareas importantes, menos es más. Nos referimos a que la cantidad de tiempo que dedicas a realizar las tareas también es importante. Cuando esto lo tengas en mente, tu vida comenzará a cambiar sin darte apenas cuenta.
Para que puedas disfrutar de un buen trabajo y tiempo para ti, deberás saber cómo emplear mejor tu tiempo, para ello:
-Establécete objetivos propios para conseguir en un día, así te concentrarás más en menos tiempo.
-Establece prioridades de tareas, haz primero lo más importante.
-Elimina la procrastinación que puede hacer que pase el tiempo sin que hagas nada productivo. Evita una estructura para evitar que tu mente se aburra, se frustre o se distraiga.
Reflexiona sobre el tiempo que dedicas a las tareas
Es necesario que aprendas a ser consciente de tu patrón de trabajo y tu nivel de productividad. Para empezar, empieza a tomar nota de tus hábitos y enumera tus tareas completadas. Para esto, ten una agenda diaria para poner tus tareas prioritarias y las pendientes, así podrás tachar las que tengas acabadas generando satisfacción en tu mente por el trabajo bien hecho y acabado.
Puedes escribir también cuánto tiempo te tomó completar la tareas y usarla para reflexionar sobre por qué algunas tareas te tomaron más tiempo que otras. Piensa si hay alguna manera en la que podrías haber pasado menos tiempo completando esa tarea y cómo podrías mejorar eso. Una vez que lo tengas claro, deberás ponerlo en práctica para que la próxima vez puedas hacer la misma tarea en menos tiempo.
Haz un seguimiento de tu productividad
Una forma útil para mantener la cantidad de tiempo que gastas en las tareas es tener una aplicación del seguimiento de tu productividad. Así podrás apuntar el tiempo que dedicas a trabajar en diversas tareas. Puedes establecerte recordatorios de fechas límites para que puedas seguir en el buen camino de utilizar el tiempo en tu beneficio.
De está manera serás capaz de motivarte a trabajar menos y rendir más. También es importante que recuerdes que para poder rendir más en menos tiempo, debes estar descansado, dormir lo suficiente y seguir una alimentación saludable. El rendimiento y estos factores están conectados
Aprenderás a trabajar de forma más inteligente y no a trabajar demasiadas horas en una misma tarea. Tu mente puede acortar períodos de tiempo que necesitas para concentrarte pudiendo de esta manera, producir más en menos tiempo. No te dejes engañar creyendo que trabajando más tiempo serás más productivo, porque esto no es cierto. Comienza a ser más consciente de cómo puedes hacer las cosas más rápidas con la misma eficacia. Esto transformará tu vida y te sentirás mucho más libre y feliz.