Comprender la definición médica del trastorno por conversión (también conocido como trastorno de síntomas neurológicos funcionales), junto con sus síntomas y factores de riesgo, es el primer paso para obtener ayuda que necesitas lo antes posible. Este tipo de trastorno puede generar ciertas confusiones en las personas que lo padecen, por este motivo es tan importante comprenderlo para actuar lo antes posible y buscar ayuda.
Qué es
El trastorno por conversión es una condición psicológica que causa síntomas que parecen ser neurológicos, como parálisis, dificultad del habla o temblores. Es una enfermedad mental relativamente rara con menos de 25 casos conocidos en una población de 100.000 personas, según la Organización Nacional de Enfermedades Raras.
Por lo general, se presentan síntomas repentinos que afectan la función motora o sensorial voluntaria, y estos síntomas pueden desaparecer repentinamente, sin ninguna razón fisiológica. Los síntomas pueden ser sobre cualquier déficit neurológico imaginable, incluyendo parálisis, pérdida de la voz (afonía), alteraciones en la coordinación, ceguera temporal, pérdida del sentido del olfato (anosmia) o contacto (anestesia).
Diagnóstico de trastorno por conversión
El DSM-5 ofrece varios criterios específicos para diagnosticar el trastorno por conversión, que incluyen:
- Debe haber al menos un síntoma de deterioro sensorial o motor.
- Los síntomas no son causados por afecciones neurológicas, enfermedades físicas o abuso de sustancias.
- Los síntomas están precedidos por conflictos o estrés psicológico.
- Los síntomas no se explican mejor por un trastorno de somatización u otra condición psicológica.
Factores de riesgo para el trastorno de conversión
El trastorno por conversión generalmente es causado por una reacción psicológica a un evento altamente estresante o trauma emocional. Por ejemplo, un soldado que subconscientemente desea evitar disparar un arma puede desarrollar parálisis en su mano. Sin embargo, el trastorno no necesariamente se desarrolla de inmediato, por lo que es importante revelar el estrés reciente y pasado al hablar con el terapeuta. Otros factores de riesgo del trastorno por conversión incluyen:
- Ser mujer (tienen mayor riesgo de desarrollar este trastorno)
- Tener una afección de salud mental (trastornos del estado de ánimo, ansiedad, depresión, trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple) u otros trastornos de personalidad
- Tener una enfermedad neurológica como padecer epilepsia
- Tener un familiar con este tipo de trastorno
- Tener una personalidad compulsiva y perfeccionista
- Haber padecido en el pasado abusos físicos o sexuales, o negligencia en la infancia
Síntomas
Los síntomas físicos del trastorno de conversión a menudo se describen como la forma en que tu cuerpo trata el estrés no resuelto o las emociones no expresadas que desencadenaron el trastorno.
En otras palabras, los síntomas físicos distraen a la persona de la presión emocional, es como una manera de evadir el dolor emocional que le causa un trauma o evento extremadamente estresante. El trastorno de conversión típicamente afecta la función del movimiento así como también los sentidos. Algunas alertas que se deben conocer son:
- Debilidad o parálisis
- Caminar o sentir temblores raros
- Perder el equilibrio
- Problemas al tragar o tener sentimiento de tener un bulto en la garganta
- Convulsiones
- No poder dar respuesta
- Entumecimiento o pérdida de la sensación del tacto
- Dificultad para hablar o incapacidad de hacerlo
- Ceguera
- Visión doble
- Sordera o problemas de audición
Tratamiento
El punto fundamental en el tratamiento del trastorno por conversión es encontrar la causa que provoca que la persona tenga estrés o ansiedad. Será necesario tratar los eventos traumáticos que haya vivido la persona para reducir el nivel de tensión que tiene. Es necesario eliminar los "beneficios" que la persona obtiene del comportamiento (aunque no sea consciente de ello).
Los síntomas pueden ir reduciéndose automáticamente. Existen algunas intervenciones que pueden ser buenas ideas para las personas que padecen de trastorno por conversión como la psicoterapia, la terapia ocupacional o el tratamiento de otros trastornos presentes como la depresión o la ansiedad.