Las mentiras es un habitual en las relaciones de algunas personas... Las personas cuando mienten suelen tener un objetivo como la manipulación para satisfacer sus propios intereses. Después, también existen personas que mienten de forma compulsiva sin un propósito en concreto, lo hacen porque posiblemente tengan un trastorno mental que les provoque decir mentiras. Las mentiras en este tipo de personas les hace sentir bien, especiales y creen que de esta manera tienen el control de la situación... sin darse cuenta que es al revés.
Los mentirosos patológicos son personas que no pueden dejar de mentir, incluso cuando no hay un beneficio claro para ellos. Ellos son incapaces de controlar sus mentiras... A diferencia de las personas normales que mienten para salir de problemas o por otras razones comunes como hemos apuntado más arriba, los mentirosos patológicos mienten solo para mentir. Una persona que miente mucho, ¿existe algún tipo de tratamiento para parar esta condición?
El cerebro del mentiroso
El cerebro de un mentiroso patológico es diferente al de una persona normal. Los mentirosos compulsivos tienen más materia blanca y menos materia gris en su corteza prefrontal. La corteza prefrontal es el área del cerebro que es responsable de tomar decisiones y comportarse de una manera socialmente aceptable.
Cantidades más bajas de materia blanca se encuentran a menudo en personas que no pueden mentir. Ejemplos de personas que no pueden mentir son aquellos diagnosticados con autismo. Más materia blanca simplemente significa más mentira, y demasiada materia blanca puede traducirse en mentira patológica.
Cómo afecta la mentira
La mentira patológica puede obstaculizar las relaciones, incluidas las de familiares, amigos y otras personas importantes. Esto se debe a que las relaciones son superficiales, basadas en mentiras y engaños. Las mentiras nunca son buenas acompañantes en las relaciones sociales, cuando existe mentira o engaño se rompe la confianza y cuando no hay confianza... no hay nada entre dos personas.
Opciones de tratamiento, ¿existen las adecuadas?
La psicoterapia es un buen punto de partida del tratamiento para las personas que mienten compulsivamente. El problema es que a menudo no admiten que tienen un problema. Los mentirosos patológicos pueden no ser capaces de diferenciar cuando están diciendo la verdad o cuándo están mintiendo. Esto les ocurre porque ellos mismos se creen sus propias mentiras y puede llegar un momento en que no sepan diferenciar entre la verdad o la mentira que ellos mismos han creado en su mente.
¿Qué dicen los expertos?
La terapia cognitiva conductual es un tipo específico de terapia que puede ser útil para las personas que no pueden dejar de mentir. En la terapia cognitiva conductual, los clínicos exploran por qué los individuos sienten que tienen que mentir, sus conceptos erróneos cognitivos sobre la mentira y los efectos emocionales y conductuales de la misma.
Los mentirosos patológicos deben ser examinados para detectar otros trastornos de salud mental, como un trastorno de la personalidad. Si este fuera el caso, los medicamentos psicotrópicos pueden ayudar en conjunto con la psicoterapia. Los medicamentos psicotrópicos, que son recetados por los psiquiatras, pueden ayudar a aliviar los síntomas del paciente.
Hay que tener en cuenta...
Los mentirosos patológicos pueden tratar de manipular al clínico durante la psicoterapia o los controles de medicamentos. Esto se debe a que son hábiles para mentir a los demás y lo intentan conseguir con todo el mundo. No pueden dejar de inventar historias y respaldarlas con falsos recuerdos y emociones. Es importante tener en cuenta que es imposible trabajar con mentirosos patológicos a menos que estén dispuestos a hacerlo...
Las personas que tienen la mentira como un hábito de vida puede ser muy complicado tener una relación de cualquier tipo. Estas personas mienten intentando tener el control de una forma desesperada, pero esto hará que las relaciones que tienen con los demás se rompan.