Existen multitud de creencias, ideas preconcevidas, bulos o exageraciones en lo que se refiere a la salud que se han repetido durante años y años, pero cuando hablamos de salud íntima de la mujer se multiplican porque al ser un tema tabú para muchas personas no se preguntaba por ello, se daban cosas por hechas. Si a eso sumamos lo fácil que es propagar cualquier conocimiento -sea acertado o no- por internet hay multitud de historias que se han extendido. La última: el yogur sirve para curar la candidiasis.
Es uno de esos remedios caseros que están extendidos por la red desde hace tiempo, pero el hecho de que una famosa como Chenoa reconociese utilizarla ha hecho que quienes no conocían este curioso tratamiento ya lo hagan y, además, se lo crean. ¿Es cierto que sirve para luchar contra los hongos vaginales?
Tratamiento con yogur
En internet existen multitud de referencias a que el yogur puede ayudarte a combatir los hongos, incluso prevenir la candidiasis. Lo cierto es que es un tratamiento sencillo y muy barato. Basta con ir a la nevera, coger un yogur natural y aplicarlo en la vagina a modo de pomada. Para que resulte más sencillo hay quien sugiere aplicar el derivado lácteo con el aplicador de un tampón.
El yogur se usa en lugar de probióticos vaginales o antibióticos orales. Y según quien habla de este tratamiento funciona igual de bien, incluso mejor. Pero lo cierto es que no es ni mucho menos lo mismo, ni mucho menos recomendable.
Qué es la candidiasis
La candidiasis, así como otros hongos vaginales para los que el yogur parece ser mano de santo, supone un desequilibrio de la flora vaginal, que es al fin y al cabo el fondo de esta cuestión. En ella hay varias bacterias y hongos, que lo que hacen es mantener la zona bajo control y evitar infecciones. Sin embargo, hay motivos por los que se rompe ese equilibrio de la flora y acaban apareciendo otros hongos que provocan malestar en la vagina.
Entre las bacterias que están presentes en la flora vaginal sin ningún problema se encuentran los lactobacilos, también presentes en el yogur. El razonamiento de quienes abogan por este tratamiento dicen que al aplicarlo en la vagina a modo de pomada lo que se hace es aportar los que se han perdido. Entonces, ¿es válido como remedio casero?
Cuánto yogur necesitarías
El problema es que los yogures no aportan tantos lactobacilos como necesitarías para hacer frente a la candidiasis. Ni siquiera aplicando un yogur entero cada vez -lo cual además resulta mucho más tedioso y engorroso- se conseguiría el nivel de bacterias que necesita tu flora vaginal para recuperar su equilibrio. Si piensas en tomarlo para evitar la candidiasis estás en las mismas, la aportación del yogur es mínima. Y si crees que bastaría con comer el yogur de forma oral ten en cuenta que tendrías que consumir muchísimo más, por lo que tampoco te sale a cuenta.
Además, el yogur es un producto fermentado. Incluye otras bacterias además de los lactobacilos y alguna de ellas puede, de hecho, ser contraproducente para curar la candidiasis. Los probióticos que se comercializan en las farmacias contienen más cepas que ayudan a regular la flora vaginal, y esas no las contienen los yogures.
En este artículo nos hemos centrado en la relación del yogur con la candidiasis, porque es la infección más extendida entre las mujeres, pero lo cierto es que el razonamiento es válido para cualquier otro tipo de infección íntima.
Aliviar los síntomas
Al margen de que no sea suficiente para tratar uno de estos problemas, incluso pueda ser contraproducente, lo que sí puede provocar el yogur es cierto alivio. Entre los efectos secundarios de la candidiasis, esos que sentimos y tanto nos incomodan, está la inflamación, extrema sensibilidad y picores. Son síntomas muy molestos y pueden llegar a desesperar a quienes los sufren. Una forma de aliviarlos sería aplicar yogur. Está frío y tiene una textura cremosa, así que podría calmar alguna de esas molestias. No sería nada más que un alivio transitorio y en ese caso es más recomendable aplicar hielo -envuelto en un paño para evitar el contacto directo con la piel-, que no aportará bacterías, pero de ningún tipo.
Ante la sospecha de padecer una infección vaginal lo primero es acudir al médico para que confirme el diagnóstico. Será el que te recomiende los probióticos vaginales más adecuados para tu caso, cuya eficacia es mucho mayor y segura que el yogur, sin olvidar que son mucho más fáciles de aplicar.